Ahorrar costos en energía y disminuir las emisiones de gases contaminantes: ese es el beneficio doble que se obtiene al implementar acciones en pro de la eficiencia energética, algo que cobra muchísima importancia en medio de la emergencia ocasionada por el COVID-19.
El consumo energético elevado tiene un impacto financiero cada vez mayor para las empresas, afectando sobre todo la competitividad de las pequeñas y medianas. De acuerdo con datos de XM, operador del Sistema Interconectado Nacional de energía eléctrica y administrador del Mercado de Energía Mayorista, en enero de 2020 creció la demanda de energía 4,93 % respecto al mismo mes del año pasado.
“La demanda de energía eléctrica nacional registró un crecimiento tanto en el consumo residencial y pequeños negocios como en el consumo de industria y comercio. Se destaca el crecimiento de la demanda de energía del Caribe colombiano, superior al 11% con respecto a enero del año pasado”, señala Jaime Alejandro Zapata Uribe, gerente del Centro Nacional de Despacho de XM.
Lo anterior indica que hay trabajo por hacer en cuanto a eficiencia energética, especialmente desde el sector empresarial de la región Caribe, sobre todo en medio de la crisis económica ocasionada por el COVID-19, que perjudica a cientos de negocios.
“Es importante que las empresas estudien los procesos claves en los que necesitan reingeniería y automatización para impulsar su productividad a través del aumento en la eficiencia energética, generando mayor rentabilidad (...) esto permite que empresas de retail, sector hospitalario, personal care, industria farmacéutica y de plástico, agroindustria e incluso hotelería, entre muchos otros sectores, puedan enfocar sus esfuerzos en sus negocios principales mientras ahorran y se recuperan de los efectos de la pandemia”, señala en su página web la compañía GreenYellow, especializada en la gestión energética de empresas.
No es necesario hacer una inversión
Marcos Páez Saavedra, director comercial de GreenYellow para Colombia y Panamá, explica que con solo optimizar las operaciones relacionadas con la energía y sin inversión alguna, las empresas pueden lograr un ahorro energético - y económico - importante.
Destaca que la iluminación y los sistema de enfriamiento obsoletos son la primera falla para resolver. “Las tecnologías obsoletas son ineficientes, por lo que hacer recambios, es el primer paso. No se requiere una inversión, sino que con el mismo ahorro que se traza se financia el proyecto”. Después, la disminución en los pagos por energía se ve materializada y será sostenible
Para lo anterior, es necesario que los líderes empresariales conozcan su operación, la distribución del consumo energético, en qué horas es más alto, etc., a fin de determinar las estrategias que se adapten a la actividad de dicha empresa. Si no se cuenta con esa información, es vital hacer un estudio sobre ello.
Autogeneración de energía
Luego de optimizar el consumo energético, sí se puede estudiar la posibilidad de autogenerar energía. “Es necesario estudiar si se cuenta con las condiciones para instalar el sistema fotovoltaico en techos o terrenos aledaños”, señala Páez Saavedra.
Aunque es un proceso progresivo que requiere de ciertas inversiones, vale la pena apostar por la autogeneración de energía que trae beneficios económicos e incluso tributarios.
“En Colombia, el sector retail que está en operaciones 24/7, y que tiene ciertas condiciones particulares por las cubiertas especiales que deben tener sus instalaciones, es uno de los que más le apuesta a la autogeneración de energía. Empresas del sector industrial también comienzan a adoptar esta estrategia”, indica el director comercial de GreenYelow.
Beneficios para el medioambiente
- Un menor consumo de energía disminuye las emisiones de gases contaminantes
- Contribuye a frenar el calentamiento global
- No requiere de agua para su funcionamiento
- Si se trata de autogeneración de energía, la fuente es inagotable