La cadena de reciclaje es un proceso que ha tomado mayor relevancia con el correr de los años. Hoy en día, es parte de los procesos ambientales que se adelantan en los países con el fin de mitigar los efectos adversos de la contaminación.
Los malos hábitos en materia de disposición de residuos, adquiridos a lo largo de la vida, han contribuido paulatinamente a la degradación del planeta. Sin embargo, se trabaja desde distintos sectores para que esas rutinas desaparezcan y la Tierra sea un lugar más amable para habitar.
Es de advertir que esas toneladas de residuos a las que a diario se enfrenta el planeta provienen principalmente del sector industrial y otras fuentes, pero también desde casa. Ambos contribuyen y a los dos se les suma un mal manejo que tiende a empeorar el resultado. Frente a esto, la clave para una buena la gestión medioambiental en el hogar es “reducir, reutilizar, reciclar”. (Le puede interesar: En Colombia solo se recicla el 17% de la basura).
Medidas a tomar
Si bien el tránsito de la comunidad en las calles está muy reducido y los resultados saltan a la vista, aún falta mucho por lograr en materia de cuidado ambiental. La permanencia de todos los miembros de una familia en casa es una consecuencia positiva, pero esto también genera más desechos que, de no ser bien dispuestos, acabarán con lo alcanzado.
Reducir: ahora, cuando por efectos de la cuarentena se han masificado las compras, es momento de llevar las bolsas reutilizables al mercar, de igual forma esta medida es aplicable en muchos productos, pues la industrial de usar y tirar es la que mayor basura aporta. Recuerde también lavar sus manos y las bolsas luego de mercar para reducir el riesgo de infección por coronavirus.
Los alimentos a granel no son sinónimo de mala calidad. Puede escoger la cantidad deseada y usar solo una bolsa, por lo que se convierten en una buena opción en el mercado, dado que su valor no se incrementa con la presencia de empaques industriales.
Reutilizar: cuando es inevitable el uso de bolsas plásticas, es menester limpiarlas y reutilizarlas; son adecuadas para la basura. Algo similar ocurre con los recipientes de vidrio, que más adelante resultan prácticos para envasar otros alimentos en la cocina y elementos de uso casero. En cuanto al papel, que está en la primera línea de los residuos, hay que utilizarlo al máximo, es decir, para apuntes y para envolver, asegurándose de que cumpla un doble servicio.
Reciclar: este es el paso que más cuesta aprender, pero quizá el que mayor aporte hace en la cadena. Empezar en casa por separar la basura orgánica de la reciclable es algo que marcar la diferencia.
La basura orgánica no debe unirse a papel y cartón, toda vez que estos últimos pueden prestar una nueva utilidad cuando han pasado por otro tipo de proceso. El vidrio requiere de una disposición aparte, y lo mismo aplica para el plástico y las latas.
El papel periódico tiene infinidad de usos y es quizás el más fácil de reciclar al momento de emprender estas prácticas de conservación del medio ambiente desde casa. Es de aclarar que baterías y medicamentos nunca deben permanecer en la basura del hogar. Existen contenedores destinados para ellos en droguerías y centros comerciales, así como en algunos almacenes de cadena.
