Tener vivienda es una prioridad para muchas familias y, cuando se alcanza este logro, la meta de comprar otro inmueble se traduce en la posibilidad no solo de ampliar su patrimonio, sino también de comenzar un negocio rentable.
Y es que la inversión en vivienda es confianza en Colombia. De acuerdo con el sistema de información de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Coordenada Urbana, durante lo corrido del año a julio se comercializaron 145.100 unidades habitaciones (103.561 VIS y 41.539 no VIS). En el mes de julio, se vendieron 14.580; de las cuales 10.717 corresponden a Vivienda de Interés Social.
“Estos resultados evidencian los atributos sociales y económicos de la vivienda, el mayor activo de los hogares del país y su principal vehículo de ahorro y fortalecimiento patrimonial”, expuso Sandra Forero Ramírez, presidenta ejecutiva de Camacol.
Para muchos, la compra de un segundo inmueble es una inversión “agradecida” en la medida en que se puede pagar, desde el primer mes, con el valor canon de arrendamiento.
¿Tiene cómo pagarla?
Aunque planee cubrir las cuotas de la casa con el canon de arriendo, antes de dar este paso es importante considerar otros aspectos.
Consultado por El Universal, el economista Guillermo Sinisterra Paz, docente de la Pontificia Universidad Javeriana, explica que es importante tener en cuenta la situación financiera para adquirir una segunda vivienda.
“Una casa es la inversión más grande que hace una persona en su curso de vida. Ahora, si planea utilizarla no tanto para vivir en ella sino como una inversión, su situación financiera lo debe permitir. Las cuotas a pagar, tanto de la primera vivienda como de la segunda, no deben sumar más del 35 % de sus ingresos”, detalla.
El experto en economía urbana destaca que es clave revisar si su situación laboral es lo suficientemente estable para asumir deuda “porque estamos hablando de obligaciones a largo plazo. Básicamente, la compra de una segunda vivienda como negocio podría darse si el valor de la cuota es menor o igual al valor del arriendo”. Le puede interesar: Cada 2 minutos una familia compra casa nueva, según Gobierno.
Sandra Forero Ramírez
Vivienda para vacacionar ¿buena idea?
Otra de las grandes metas en familia es adquirir una vivienda para pasar vacaciones, decisión que para el experto, podría generar más impuestos que utilidades.
“Las viviendas de vacaciones son un lujo y por lo general, son costosas. Sí incrementan el patrimonio pero el mantenimiento es oneroso. Hay que pagar a alguien que limpie; si la vivienda tiene una piscina, por ejemplo, hay que hacerle mantenimiento. Es decir, esa segunda lo deja más cerca de pagar impuestos que de obtener una utilidad”.
Pero no todo está perdido. El economista aclara que si las viviendas de vacaciones se alquilan, se convierten en una buena fuente de ingresos. “Las rentan por días, a buenos precios y se vuelve un negocio interesante”.
En otras palabras, adquirir una segunda vivienda se puede convertir en una inversión rentable si se reúnen las condiciones para mantenerla en modalidad de arriendo o para ofrecer servicios de vacaciones.
“Comprar una segunda vivienda es una inversión a largo plazo, pues los bienes suelen incrementar su valor anualmente e incluso, si se arrienda, se convertirse en un ingreso mensual, lo que es una ventaja al momento de organizar los gastos del hogar”, señala Rodolfo Sarabia, de Sttimula Arquitectos.
Agrega que “la opción de alquilarla por temporadas e incluso de habitar en ella en momentos de descanso también es muy llamativa. Siempre es una excelente opción una segunda vivienda”. Puede leer: Cartagena, el destino ideal para comprar una segunda vivienda.
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