La luz tiene efectos más allá de la iluminación, es capaz de cambiar el estado de ánimo de una persona y es por esto que al trabajar la decoración de determinado lugar, sus fuentes merecen especial atención.
Su poder es tal, que dependiendo del tipo de luz utilizada se crean atmósferas totalmente diferentes y adaptadas a las necesidades de cada espacio, es decir, pueden impregnar de vida cada rincón de la casa, apartamento u oficina (Lea también: Consejos si quieres iluminar y darle color a tu hogar).
Iluminar eficazmente los espacios es una tarea de tacto, se debe tener en cuenta la luz natural y algo muy importante, evitar el uso de luz artificial en horas diurnas, toda vez que sin darnos cuenta, puede incidir en las alertas naturales de quienes habiten esa vivienda.
Para que un hogar sea acogedor, lo primordial es contar con iluminación natural, es un factor al que pocas veces se le presta la debida atención, sin embargo los expertos coinciden en que es parte de la decoración y de la creación de espacios que aporten a la calidad de vida. Es de aclarar que tanto la deficiencia como el exceso, representan un problema.
Al poder determinar la luz natural con que se cuenta, se empieza a trabajar con la iluminación interior, representada en la artificial, que a su vez tiene divisiones, como son las luces indirectas y las directas. Las primeras se ubican en techos y paredes, mientras que las directas están destinadas a un lugar puntual, que resaltan una zona u objeto, indica la diseñadora industrial con énfasis en arquitectura, Silvia Castañeda.
Una luz para cada lugar
En el hogar, la luz cálida es la indicada, la luz blanca remite a espacios más impersonales como la oficina. Para que un espacio tenga un ambiente acogedor, lo mejor es implementar un tipo de iluminación cálida, mientras que en áreas de trabajo, como la cocina, es mejor contar con luz blanca, lo mismo que el estudio.
Al igual que la cocina, el baño es un lugar que requiere atención por las tareas específicas que allí se llevan a cabo, como el cepillado del cabello, afeitado o el arreglo en general, entonces lo más indicado es ubicar las luces a los lados del espejo a fin de evitar la proyección de sombras en el rostro.
La habitación está destinada al descanso y relajación, para lo cual se debe prescindir de luces potentes y blancas, que de inmediato le restan el romanticismo que se puede lograr a través de todos los detalles allí usados, advierte la experta.
Dentro de la iluminación también encontramos la variedad de formas que entran a hacer parte de la decoración. Para los techos, además de las luces empotradas, están las lámparas colgantes, propicias para el comedor. En las habitaciones van mejor los apliques, siempre guardando la proporción de luz que se necesita.
Está en furor la iluminación Led y aunque no es la más aconsejada para viviendas porque le resta elegancia a las mismas al ser instalada en interiores, si representa un plus en los edificios. En cuanto a tendencias, las lámparas elaboradas a partir de fibras naturales se integran perfectamente con las fuentes de luz y llevarlas al interior resulta un acierto decorativo (Quizás le interese: Lámparas, el accesorio que le da vida a tu hogar).
Los apliques bajos de pared, que generan iluminación ascendente hacen parte de la decoración actual y si se componen de luz cálida, su efecto es más agradable, ante todo en las salas, ese espacio para compartir y que jamás debe tener sobrecarga de luminosidad.