Las autoridades y los empresarios ya estipularon las medidas necesarias para reactivar algunas de sus operaciones, en medio de la emergencia ocasionada por el Covid-19. La construcción se considera un sector de riesgo de contagio bajo a medio, de tal manera que una reapertura paulatina acompañada de un estricto protocolo es lo ideal para minimizar las pérdidas y el potencial de desempleo, según lo explica Angélica María Salas, gerente regional de Camacol en Bolívar.
El documento relevante ya fue redactado y “adoptado por el Gobierno nacional en la Circular conjunta 001 del 11 de abril de 2020. Ahí están las medidas que están usando los empresarios, para conseguir los nuevos insumos de seguridad que antes no se requerían en las obras”, explica Salas. La idea es que los constructores se encuentren listos para recomenzar el 27 de abril, la fecha original del fin del aislamiento obligatorio, antes de que se extendiera al 11 de mayo. (Lea aquí: Regreso de construcción y manufactura será un proceso paulatino)
De acuerdo con la gerente, habrá “medidas estrictas en transporte, turnos y controles de temperatura y mitigación. Para las áreas comerciales, se prevé fortalecer los canales virtuales y el distanciamiento social en los espacios con operación por turnos de notarías, curadurías urbanas y oficinas de registro”.
No se ha medido el impacto
Con la llegada de la cuarentena quedaron en pausa “más de 2 mil frentes de obra en proyectos de vivienda y cerca de 7,8 millones de metros cuadrados en proyectos de construcción no residenciales”, señala la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol). Más de 3,2 millones de personas participan de este sector, que alberga el 7,1 % de los empleos de todo el país, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE).
Son “1,5 millones de trabajos directos, así como 1,7 millones de personas en actividades inmobiliarias y relacionadas”, detalla Camacol. Solo en Bolívar hay 47 obras detenidas y 39.646 empleados sin trabajar, lo que representa el 20 % de la población laboral. (Lea aquí: Las obras contratadas en Cartagena que están frenadas por la pandemia)
A casi un mes de que el presidente Iván Duque decretó el aislamiento obligatorio, aún no hay cifras sobre cuál ha sido el impacto económico de la pandemia sobre la construcción, ni en términos de pérdidas ni de proyecciones, pero el gremio asegura que trabaja en ello.
A pesar de que reina la incertidumbre, los directivos y empresarios tienen claro que deben ajustarse a los protocolos de seguridad y proteger a los obreros al tiempo que se plantean el camino hacia la reapertura del sector.
Uno de los programas que Camacol ha ideado para contribuir con el bienestar de su nómina es “Mercados que construyen”. Es el resultado de una asociación con varias franquicias de centros comerciales y busca distribuir una serie de bonos de alimentos y bienes básicos que podrán redimirse en cualquier sucursal de las cadenas participantes. Las empresas interesadas deben descargar la documentación necesaria en el sitio web de Camacol y seguir las instrucciones. Hasta la fecha, se han dispensado 3.911 ayudas.
En el caso de los compradores, hay medidas que, en opinión de la gerente Salas, deben tomarse cuando el sector comience a reabrirse, como agilizar la digitalización del mayor número posible de trámites y dar “alivios financieros a quienes tomen créditos hipotecarios y subsidios a la tasa de interés para la clase media”, todo esto con el fin de estimular la compra de vivienda. Las empresas y hogares también podrían recibir algunos beneficios, como la “modificación de plazos de impuesto predial, ICA, impuesto vehicular e IVA en gastos administrativos”.
