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Te ayudamos a aprender los usos de la coma: no “sirve para respirar”

Tal vez la primera explicación que mi generación escuchó de la coma es que se usa “donde se haría una pausa al hablar” y “sirve para respirar”. ¡Mentira!

¿Podríamos siquiera imaginar un mundo sin comas?, no lo creo. Sin este importante y tan popular signo de puntuación sería bastante más difícil entendernos por escrito: al delimitar los elementos de un conteo simple, por ejemplo, nos enredaríamos innecesariamente. Bueno, nos enredaríamos más: en nombre la coma, tan popular como malentendida, se han tejido varios mitos que desenmascararemos. También me propongo compartir algo de lo que he aprendido sobre tres de las unciones principales de este signo de puntuación.

¿Qué es la coma y cómo se usa?

Dicen los de la Real Academia Española (RAE) que la coma es el “signo de puntuación (,) que se emplea para delimitar determinados constituyentes del enunciado, como algunos tipos de oraciones (Aunque no te guste, tendrás que hacerlo) o grupos sintácticos (David, el contable, no ha venido hoy)”. Lee aquí: ¿Cuándo se usa punto y coma? Una guía clara y precisa

Nuestros amigos de la Fundación del Español Urgente agregan que “la regla general es que la coma separa oraciones, cada una con su verbo explícito o implícito. No necesariamente se pone coma donde descansa la voz, como suele ser el caso en inglés”.

¡Bingo!, quizá de aquí viene el mito 1. La gente suele decir que la coma se debe colocar una coma donde se haría una pausa al hablar, pero no es así. Si bien en ocasiones la coma coincide con una pausa en el habla, no siempre es así. Las reglas gramaticales, no las pausas naturales, deben guiar el uso de la coma.

Mito 2: No puedes usar más de una coma en una oración

¡Falso! Las oraciones pueden requerir varias comas, especialmente en listados o para delimitar elementos. Ejemplo: “Fui al mercado, compré manzanas, peras y uvas, y luego regresé a casa”.

Mito 3: Las comas son opcionales y dependen del estilo del escritor

¡Mentira! Aunque hay situaciones en las que el uso de la coma puede ser cuestión de estilo, en muchas otras, omitirla o usarla incorrectamente puede alterar el significado de la oración.

A propósito del mito número 3: la coma es bastante generosa, pero, como todos los signos de puntuación tiene sus reglas: veremos tres de las principales. Lea además: 8 formas en las que Chat GPT puede ayudarte a escribir mejor

Aprendamos los usos más frecuentes de la coma

-Coma enumerativa. Quizá es la función que más usamos; aquí la coma ayuda a separar elementos de un conteo simple: “Almorcé arroz, carne, ensalada y banano”. Usaremos “y” para separar el último elemento.

-Coma explicativa. Imagina aquí que las comas funcionan como un par de paréntesis: su misión es delimitar incisos, explicaciones o aclaraciones.

La RAE explica: “Normalmente, los incisos aparecen intercalados en el enunciado y deben ir entre dos comas, una delante del comienzo del inciso y otra al final; pero los incisos también pueden ir en posición inicial, seguidos de coma, o final, precedidos de ella. En la lengua oral, los incisos presentan un tono más grave que el del resto del enunciado y suelen separarse por breves pausas”. Seguro te interesará: La razón por la que jamás deberías decir ni escribir “han habido”

Ejemplo: “El director de El Universal, Nicolás Pareja Bermúdez, asistió al encuentro”. Aquí, el nombre es un inciso, como quien dice, la explicación de quién es el director; sabrás reconocer un inciso porque se tratará siempre de información adicional que no cambia el sentido de la oración, pero sí agrega valor a la oración.

-También usamos coma para marcar una elisión verbal. Se escribe coma para separar el sujeto de los complementos verbales cuando el verbo está elidido por haber sido mencionado con anterioridad o estar sobrentendido: “Su hijo mayor es rubio; el pequeño, moreno”. “Nueve por tres, veintisiete”.

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