Alonso Santa Rosa lleva 30 años vendiendo frutas en espacios públicos de Cartagena. Primero fue en Bazurto y en los últimos años en las plazoletas del sector de La Matuna, en el Centro. (Lea aquí: desempleo en mujeres es 2,5 veces mayor al de los hombres en Cartagena).
Él es uno de los 218 mil residentes en la ciudad que en el listado de ocupados del DANE integra el segmento de ‘Trabajadores por cuenta propia’, los que trabajan sin contrato, no tienen seguridad social y tienen condiciones laborales precarias.
Antonio Cantillo Bustillo, presidente de Utradebol.
En medio de bananos, mandarinas, nísperos, aguacates y corozos, Santa Rosa asegura que nunca ha cotizado ni salud, ni mucho menos en pensión y es que sus ganancias son variables, dependen de las condiciones del mercado y de si hay o no presión de quienes vigilan los espacios públicos. Sus ganancias promedios varían entre los $50 y $70 mil/día , pero aclara que “hay días en que solo me llevo frutas dañadas a casa”.
Alonso es solo un retrato de esa Cartagena de la informalidad laboral que en enero se situó en el 54,8% y de una tasa de desempleo anual del 10,9%.
El desempleo es de las mayores preocupaciones de los cartageneros y para conocer las percepciones de algunos sectores ciudadanos sobre esta problemáticas consultamos a un líder sindical, a un académico, al DANE y reseñamos las estrategias del Distrito para estimular el emprendimiento y el empleo en la ciudad.
Antonio Cantillo Bustillo, presidente de la Unión de Trabajadores Democráticos de Bolívar (Utradebol), señala que “Cartagena atraviesa un momento difícil en su historia, en parte por el impacto que causó la pandemia, pero además con un amplio porcentaje de su población económicamente activa dedicada a la informalidad. Ello acentuó el crecimiento de la economía informal, en medio de un desarrollo turístico y un complejo industrial como el de Mamonal y un desarrollo comercial, pero no ha habido una política pública que direccione que esto se traduzca en empleo para la mano de obra nuestra”.
Aunque reconoce que instituciones como el Sena y las cajas de compensación familiar han venido contribuyendo a la empleabilidad, dice que “ello no ha sido suficiente”. Hay que mirar que se acentúa la informalidad, la pobreza de nuestra gente y de verdad no hay una política que apunte a mejorar los indices de empleabilidad en la ciudad. Confiamos que con la reforma laboral se aumente el empleo decente. Nuestro interés será siempre de que en marco de la justicia social es muy importante que la gente tenga oportunidades de vinculación laboral, acceder a un salario decente y satisfacer sus necesidades básicas”, dijo el dirigente sindical.
La directora del DANE, Piedad Urdinola, recordó que para el periodo febrero 2022 a enero 2023, la tasa de desempleo de Cartagena fue del 10,9%. Con esa cifra la ciudad se ubicó en la posición 24, entre las 32 ciudades y áreas metropolitanas que mide la entidad. La informalidad alcanzó en ese periodo el 54,8%, pero es inferior al total nacional que fue de 57,9%. (Lea aquí: Educación inclusiva en Cartagena: iniciativas y ‘tareas’ pendientes).
El Distrito de Cartagena, a través de la Secretaría de Hacienda, avanza en el Programa de Brechas de Empleabilidad, para lo cual firmó un pacto “Sensibilizando la formalidad laboral en Cartagena de Indias” con gremios y otras entidades locales. Ello incluyó la capacitación de un grupo de empresarios y emprendedores en ‘Formalización Laboral y Programa de Generación de Nuevos Empleos’.
Para los jóvenes se avanza en el Pograma de empleo inclusivo y programas para facilitar el empendimiento.
También se impulsan estrategias para mejorar el clima de negocios y promover a la ciudad como destino de inversiones.
Para el economista, magister y PhD en Ciencias Económicas, docente universitario y exsecretario de Hacienda Distrital, Dewin Pérez: ”Los altos índices de informalidad laboral en la ciudad son estructurales y se explican por múltiples factores entre los que se cuentan factores tanto de oferta como de demanda, así como las características del aparato productivo y el tejido empresarial local y también factores institucionales. Hemos fracasado como país en la lucha contra la informalidad laboral porque el enfoque para enfrentarla ha sido errado, se ha privilegiado un enfoque institucional en donde el problema de la informalidad se reduce a un tema de costos de la formalidad.
En el caso de Cartagena tenemos una economía dual en donde una importante proporción del producto agregado se genera a través de actividades informales y se comercializa mediante circuitos informales. Vamos ahora a las apuestas productivas que tenemos, esto es los sectores Agroindustria, Construcción, Astilleros, Petroquímica-Plástico y el Turismo, tenemos entre todas unas 8.389 empresas que generan conjuntamente 48.618 empleos, esto equivale a menos del 12% del número total de personas ocupadas en la ciudad.
Ahora, no es malo per se tener en la estructura productiva una industria intensiva en capital como nos pasa en Cartagena con la petroquímica, lo realmente dañino para el empleo es que no existan en la ciudad encadenamientos productivos. Otro determinante de las altas tasas de informalidad en la ciudad se podría explicar por los escasos niveles de formación de capital humano.
Otros factores están relacionados con la gran presión migratoria que ha experimentado la ciudad por el conflicto armado y la llegada de venezolanos.
