Los ganaderos del país aún no se reponían de los efectos de los bloqueos viales del paro nacional de abril y mayo, cuando las lluvias y las inundaciones vuelven a afectar su actividad, esta vez con pérdidas de animales y la necesidad de desplazar sus bovinos y bufalinos hacia zonas altas o sin riesgo de afectación.
El rompimiento del jarillón ‘Cara e’gato’, por las crecientes del río Cauca, en cercanías a la localidad de San Jacinto del Cauca, sur de Bolívar, tiene en emergencia a la zona y los ganaderos son de los más afectados.
Aunque Fedegán aún no tiene los datos consolidados de las afectaciones, El Universal conoció que se trabaja en la recolección de datos en las fincas afectadas, donde las corrientes arrasaron con los animales, casas, corrales, divisiones de potreros, árboles, arbustos y pasturas. La subregión de La Mojana, en el norte de Colombia, se caracteriza por ser una zona de humedales productivos, perteneciente a la Depresión Momposina, que tiene como función ambiental regular los cauces de los ríos Magdalena, Cauca y San Jorge, amortiguar las inundaciones y facilitar la decantación y acumulación de sus sedimentos.
La subregión está compuesta por 11 municipios de cuatro departamentos: San Marcos, Sucre, San Benito Abad, Majagual, Guaranda y Caimito (Sucre); Magangué, Achí y San Jacinto del Cauca (Bolívar); Ayapel (Córdoba) y Nechí (Antioquia). En el caso de Bolívar, la rotura del jarillón sorprendió a los ganaderos de noche, lo que impidió hacer un desplazamiento preventivo de sus animales, muchos de los cuales murieron en medio de las inundaciones.