Una transición energética que “garantice la estabilidad macroeconómica y fiscal del país, y la calidad de vida de las comunidades”, pidió este miércoles en Barranquilla la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP). Su presidente ejecutivo, Francisco José Lloreda, señaló que frente a este proceso, lo primero que tiene que preguntarse el país es qué se quiere con la transición, pero a su juicio esta no puede poner el juego la estabilidad macroeconómica del país, como tampoco sacrificar los ingresos y las divisas. Lea aquí: Alza en la gasolina: lo que piensan Fedesarrollo, Robledo y exministra de Duque
Lloreda intervino en la apertura del II Gran Foro ACP: ‘Hechos de Sostenibilidad’ que se desarrolla en Barranquilla con la asistencia de más de 300 representantes de la industria del petróleo y gas, autoridades del sector, inversionistas y académicos.
En la jornada inaugural de este foro, Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, recordó los riesgos y costos de una transición energética desordenada y acelerada en el país. “De hacerse una transición energética acelerada, se estima que la incorporación de actividades de generación eólica o solar que no se haga de manera razonable con los costos y con la complementariedad con otros mecanismos de generación como el carbón y el gas podría costar más de 160 billones de pesos en valor presente neto. Es un costo sustancial no para decir que la transición energética no se deba hacer, por supuesto que se debe hacer, pero de no hacerse de manera ordenada habría unos costos muy importantes para el aparato productivo que por supuesto deberíamos incorporar en estas decisiones. La transición energética hay que hacerla, pero en periodos de largo aliento, en décadas, no en periodos de Gobierno, para poder llegar allá y cumplir con los compromisos internacionales adquiridos por el país”.
Igualmente precisó que la transición no se puede hacer sin la industria del petróleo y gas. Hay que valorar la importancia del sector minero energético como fuente de generación de divisas. El 57% del total de los dólares que entran al país por exportación de bienes provienen de ese sector y además como fuente de recaudo, casi el 10% de los ingresos totales del Gobierno nacional provienen de ese sector. Esos dos elementos, asociados a los costos en regalías y a los impactos en los departamentos productores, ratifican que el sector tiene que ser un sector complementario y como fuente para financiar una transición energética que es absolutamente necesaria, dijo Mejía
Por su parte, la presidenta de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Clara Liliana Guatame, señaló que con la transición energética “estamos frente a una oportunidad de transitar de una matriz energética primaria, hacia una matriz energética diversificada”, y anunció una inversión de $640 mil millones en proyectos de transición energética para los próximos 4 años. Para la funcionaria la transición que plantea el Gobierno es equitativa, gradual y participativa. “Nuestro compromiso es consolidar las bases que garanticen la confiabilidad del sistema energético”, dijo.
El Foro de la ACP sigue hoy abordando temas como la adaptación al cambio climático y la apuesta por la sostenibilidad, la descarbonización de la industria del petróleo, gas y combustibles, y la inclusión social en el sector.