En el título de la selección Bolívar de Fútbol Sub-21, el sexto en toda la historia, también tuvo gente trabajando muy duro, manejando el bajo perfil.
Es el caso de Roxana Puello, la fisioterapeuta de Bolívar, quien jugó un papel muy importante en la recuperación de los jugadores, en un torneo muy exigente que a diario dejaba a jugadores muy golpeados y con dolores en las distintas partes del cuerpo.
“Este campeonato es algo que no olvidaré, fue muy lindo hacer parte de este Bolívar sub-21, fue una de mis grandes experiencias en el fútbol”, dijo Roxana, quien tiene más de 15 años de experiencia. Selección Bolívar de Fútbol sub-21 y un título que nunca se olvidará
“Recuperé de una contractura en la pantorrilla a Wilson Tilvez y a Juan Villdiego, que sufrió una luxación leve en el hombro. También traté casos de sobrecargas musculares y otros pequeños mínimos. Lo más duro de todo era el poco tiempo que había para recuperarlos, pero gracias a Dios lo hice”,
“Mi primera experiencia fue en una Primera C con el Real Cartagena y mi jefe era Guido Mastrascusa en 2009. Celio Contreras, reconocido kinesiólogo fue el que me hizo los contactos para prestar mis servicios con el equipo auriverde”, dijo Roxana, quien es muy querida por todos los jugadores del fútbol local.
En el Real Cartagena, Roxana recuperó al portero Jorge Barón, quien tenía 5 años con un fuerte lumbar que no lo dejaba caminar bien. “Daba 5 pasos y ya estaba con la columna vuelta nada, lo recuperé en dos meses y ya pudo volver a tapar”, asegura.
Sobre cómo llegó a estudiar fisioterapia, Puello recordó sus inicios. “Carlos Andrés, mi hermano, desde muy niño era futbolista y yo era el que lo llevaba a los entrenos y partidos. Terminé curándolo muchas veces cuando se hacía raspones. Creo que desde ahí nació mi vocación por la fisioterapia”, recalca Roxana, quien se acaba de realizar una especialización en el deporte.
Roxana realizó una especialización en fisioterapia deportiva en la Escuela Colombiana de Rehabilitación.
Al frente de la cancha de Alameda, Roxana tiene su sitio de trabajo, en donde a diario llegan futbolistas de diferentes clubes y de la selección Bolívar para recuperarse de distintas lesiones. Ella, trabajando de manera silenciosa, ha ayudado a muchos deportistas a cumplir sus sueños.
