Jairo Gutiérrez Bonfante, cartagenero de 40 años, asistió junto a Antonio y Jairo, sus hijos, al juego entre Real Cartagena y Orsomarso, el pasado miércoles en el estadio Jaime Morón León, en partido válido por el Torneo de la Primera B.
Gutiérrez, quien vive en el barrio Torices, no le importó que ya casi eran las 6 de la tarde, una hora pico, en la que el tráfico se complica y bastante. La intención era que Antonio, de 13 años, y quien precisamente cumpleaños hoy viera jugar por primera vez en vivo y en directo al equipo de su ciudad. Ese sería el regalo para Antonio, quien junto a Jairo Jr. se abren paso en el fútbol en la Escuela Talentos Cartageneros.
Gutiérrez Bonfante confiesa que no se imaginó ver un espectáculo de tan bajo nivel. “Nunca había ido al estadio Jaime Morón León como espectador, pero mis hijos querían vivir esa experiencia y no podía negarme. Además me pareció oportuno porque ellos juegan fútbol y era el cumpleaños de mi hijo mayor, pero los pelaos salieron de ese estadio muy tristes. Con mucho respeto hacia los jugadores debo decir que este Real no está para competir, es un equipo que participa en el torneo y nada más. Ese equipo no juega a nada, mis hijos salieron muy desilusionados. Ahora me toca ver qué le regaló de cumpleaños al mayor porque ya me dijo que llevarlo al estadio a ver ese espectáculo no cuenta como regalo”.
Tercera derrota en casa
El pasado miércoles, Real acumuló su tercera derrota consecutiva de la temporada en el Jaime Morón León, esta vez el que se llevó el botín de tres puntos fue Orsomarso, que no había ganado un solo juego de los cuatro disputados, pero que aprovechó para salir de los últimos lugares ganándole 1-0 al ‘auriverde’ en su propia casa.
Así lo había hecho Leones (1-0) y Cúcuta (3-2) en las dos primeras salidas como local del Real.
La decepción en la hinchada es total. Real ocupa el puesto 14 entre 16 participantes. Tiene 3 puntos, de 12 disputados. Su rendimiento es paupérrimo, es claro que ese no es el camino, Cartagena es una de las mejores plazas del país y merece respeto.