Antes de perder con Barranquilla en casa por el Torneo de la Primera B todo iba muy bien para Real Cartagena,
Pero desde el domingo anterior, cuando Barranquilla, el colero, nos goleó 3-0, ocasionó un daño mental en los jugadores, que perdieron confianza y eso en el fútbol no es bueno. Lea aquí: James Rodríguez dejaría Grecia: los equipos que buscan su fichaje
Entonces, este miércoles, por la Copa Colombia, con el dolor todavía vivo del revés ante Barranquilla, Real recibía la visita de Cortuluá, esta vez en la vuelta de la segunda fase de la Copa Colombia.
En tan solo tres días, Real debía hacer una nueva aparición ante su público, en el Jaime Morón. La misión era la de ganar en casa para reivindicarse en algo por la penosa presentación, realizada ante el colero del campeonato.
Los jugadores del auriverde confiaban que esta era la oportunidad perfecta para sacudirse y demostrarle a la hinchada que sí hay buen equipo y se puede aspirar a algo serio con el mismo.
La ventaja lograda de visitante ante Cortuluá era buena, diferencia de dos goles, tras el 3-1 a domicilio. Eso llenaba más de motivación a los dirigidos por Martín Cardetti.
El hecho de escuchar que Cortuluá venía a Cartagena con una nómina alterna también les hacía sentirse un poco más seguro, pues si el visitante no mandaba toda la artillería era porque le estaba restando importancia a este juego y en parte declinando a sacar un buen resultado.
Pero el visitante propinó el primer golpe, pues se fue arriba en el marcador y, de inmediato, metió en aprietos al auriverde.
Santiago Vergara, a los 19 minutos, marcó el gol que ponía a temblar de miedo a los jugadores del equipo local. La serie estaba 3-2 a favor de Real, pero aún había mucho tiempo por correr.
La primera mitad quedó 1-0 a favor del visitante. Ese triunfo parcial generaba dudas en la hinchada local. Muchos, los que más aman al Real, comenzaron a comerse las uñas. Un gol más forzaba a los penales.
Pasaban los minutos y el tema seguía igual, con marcador 1-0, con un Real que no podía conseguir la paridad y un visitante que buscaba el segundo gol, pero sin desesperarse.
Sin embargo, a los 70 minutos, Real consiguió la paridad con Santiago Gómez, quien de cabeza, la mandó a dormir en la red.
A los 82 apareció, Sebastián Girado, quien luego de un centro de costado, la empujó para el 2-1 a favor del local. La serie terminó 5-2 a favor de los auriverdes. Eso hizo que los asistencias se fueran felices a sus casas.
Este sábado, a las 3:15 de la tarde, Real visita a Tigres en Bogotá, por el Torneo de al Primera B, en el que marcha tercer puesto, con 17 unidades.
