En sus rostros había mucha tristeza, los niños jamás pensaron que después de estar un poco más de un año sin las canchas, debido a que las estaban haciendo nuevas y sintéticas, las mismas serían inauguradas para luego tener que seguir esperando para su utilización.
Más de 60 menores acudieron ayer a las instalaciones del Templo del Fútbol Alameda la Victoria para reclamar por los espacios de recreación y sano esparcimiento que le entrega este deporte.
En las tres canchas, que fueron construidas por la Gobernación de Bolívar y quedaron hermosas, se jugaron en diciembre de 2019 los Juegos Paranacionales y, además, se realizaron varios partidos de fútbol a finales de ese mes.
Pero en enero se cerraron las puertas sin dar mayor explicación a la comunidad ni a los clubes que entrenan fútbol, pensando en alejar a los niños de los malos vicios, apostándole al deporte como la mejor salida para hacer personas de bien en el mañana.
Frank Sánchez, de 13 años, defensa centro del Club Alameda la Victoria, dijo que: “las canchas quedaron bien bonitas y necesitamos utilizarlas para mejorar nuestras condiciones como futbolistas. Quiero ser como Sergio Ramos, pero para eso necesito una cancha dónde entrenar”.
Keiner Acosta, 12 años, lateral derecho de Paraíso Real, afirmó que “no es justo que no nos dejen entrenar, las canchas nuevas se ven buenas y se prestan para jugar bien al fútbol. Espero que abran las puertas rápido, quiero ser alguien en la vida a través del fútbol”.
Daniel Escobar, técnico de Expreso Rojo, agregó que: “las problemáticas administrativas no nos han dejado iniciar el año como queremos, nos toca entrenar en las calles o buscar escenarios que quedan lejos y así le estamos rompiendo los bolsillos a los padres de familia con la distancia y, además, cuando arrendamos algunos espacios nos sale muy caro”.
El Universal conoció que el problema principal sería del cableado eléctrico, pues unas acometidas eléctricas provisionales están guindando en las mallas de cerramiento, que son metálicas, por lo que hay un riesgo potencial para los niños y jóvenes que circulan por estas áreas.
El contratista de la obra debe legalizar la entrega a Electricaribe para que sea esta empresa la que visite el escenario y garantice que la infraestructura eléctrica tenga su polo a tierra para que no haya nada que lamentar en el mañana.
La Gobernación de Bolívar aún no ha recibido el escenario al contratista, por lo que Iderbol aún no ha comenzado a administrarlo.
Lo cierto es que los días pasan y la familia del fútbol cada vez se preocupa más porque los niños y jóvenes, que sueñan con ser los James, Falcao, Ospina y Cuadrado del mañana, son los más perjudicados con esta penosa situación.
Se dio un paso importante al pasar del barro, huecos, piedras y desniveles a unas canchas sintéticas, en donde se puede aumentar el nivel técnico de cada uno de los jugadores, pero por ahora todo está quieto, sigue la espera, las puertas del Templo del Fútbol Aficionado continúan cerradas y no se sabe cuándo abrirán...