Ante Venezuela, los minutos que actuó no lució tanto como sí lo hizo frente a Chile en el remate del compromiso. James Rodríguez es un crack de marca mayor, tiene experiencia y jerarquía, es un jugador diferente.
Su convocatoria no fue tomada de buena forma por una parte del sector de la hinchada y prensa deportiva. Duró cuatro meses sin jugar y apenas en las últimas tres semanas había sumado minutos con el Sao Paulo, su nuevo club. ¿Por qué borraron a Wílmar Barrios en la selección Colombia?
Es claro que para enfrentar a Venezuela y Chile no tenía ritmo de competencia ni arrestos físicos suficientes. Eso hacía que se generaran muchas dudas sobre su llamado.
Pero si algo tiene James es que cuando se pone la camiseta tricolor rinde bien aún y cuando so memento deportivo no sea el mejor.
Eso le pasó ante Chile. Ingresó los últimos 30 minutos y trotando mostró calidad, precisión, buen juego, finura.
El 10 jugó a un solo toque, se asoció, pidió el balón, repartió juego, metió unos buenos pases. No filtró balones de riesgo, pero sí ayudó mucho en la generación de fútbol.
También ayudó a que al frente tenía a un Chile, con jugadores bien veteranos que a esa altura del juego estaban mermados físicamente.
Pero esto no le resta méritos a la técnica y gran visión de juego que mostró. Néstor Lorenzo lo utilizó bien, lo puso a rematar en cada juego y ayudó un poco.
Sin embargo, a James se le necesita bien físicamente y con mucho ritmo de competencia. Seguro que si logra esto aún tiene mucho por darle a la selección.
