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El nacido en Colombia que montará la ola más grande de la historia del país

Afirma que se encuentra en el mejor momento de su carrera y buscará este año alcanzar la gloria en el surf.

Simón Salazar Giraldo es un deportista de 31 años que lleva representando al departamento del Atlántico desde hace varios años en el surf, ha cinco veces campeón nacional. Desde los 15 años viene labrando su carrera junto a su madre, quien ha sido un apoyo incondicional en cada lucha de la vida de este barranquillero.

El atlanticense ha vivido este deporte con mucha alegría y pasión, todas las etapas de su vida han tenido la compañía del surf. Todos los días agradece por poder representar a su departamento y a su país en la disciplina que ama. Le puede interesar: ¡Orgullo patrio! Linda Caicedo es la mejor jugadora de América

Desde los 9 años, cuando no sabía que existía un deporte sobre olas, tuvo un corto viaje a Puerto Colombia, donde vio a personas con tablas en el mar y le dijo a su madre inmediatamente, “mamá, yo quiero hacerlo de las olas, yo quiero ir a hacerlo de las olas. Yo quiero que me empujen las olas que me transporten en el mar”. Cuando Simón vuelve a su ciudad natal, Barranquilla, donde probó otros deportes, pero por dentro sabia que no eran los suyo. Entonces a los 14 años se muda a Puerto Colombia y emprende el camino del surf, al ya tener una conexión con el mar, la corriente y las olas, todo fluyó de inmediato. Desde los 15 años sintió que “el surf era una fuerza natural, que te impulsa a una velocidad en la que no tienes mucha capacidad de reacción, entonces eso te llena de adrenalina y ese es como el primer choque que yo tengo y es esa adicción”, expresa Simón.

“Mi carrera está en su mejor momento. Buscaré la ola más grande de la historia del país”, afirma Simón.

En su carrera ha logrado cosas importantes pero sigue buscando más. Logró ganar la última válida nacional que hubo en Colombia y está en la preparación para juegos nacionales de este año. Le puede interesar: Video: Duras declaraciones de Piqué sobre Dani Alves y su caso de violación

Salazar afirma que Puerto Colombia es el epicentro del Surf, por el mar, las personas que lo habitan y también quienes lo visitan. El turismo ha sido clave de la economía del sector y del crecimiento del deporte. El aporte de la alcaldía y la gobernación del Atlántico es muy esencial para este municipio. La cercanía entre Puerto Colombia y Barranquilla es fundamental para que turistas y empresarios visiten ambos destinos.

En zonas del país como Cartagena y Santa Marta, Rioacha, Palomino, Urabá antioqueño, Cali, Buenaventura, el surf crece muy rápido. “Es algo bien chévere porque que cada lugar tiene su escuela de surf y trato de ir a estos lugares y aportar muchísimo al desarrollo de estas escuelas, no solo visito, también llevo capacitaciones, los instruyo, les comparto todo ese conocimiento, pero una de las ideas principales que tenemos es que cada uno de los lugares tenga a su comunidad local que se beneficie del deporte, entonces es algo bien bonito porque se ve el desarrollo de cómo cada uno de los lugares va avanzando” expresa el surfista barranquillero.

Simón hace aproximadamente cuatro años empezó con un patrocinio con la marca Vans, la cual lo apoya y es un pilar para su carrera.

Con la escuela, Simón se dio cuenta que el deporte abre puertas para crear negocios, también logró abrir un hostal que se llama casas, en donde todo está enfocado principalmente a las personas que vienen a aprender a surfear y a turistas.

Salazar quiere que las nuevas generaciones de surfistas no sufran el proceso y que este no demore tanto, “Yo me demoré muchísimos años en consolidar mi carrera, buscamos que la próxima generación se demore la mitad. Tenemos que innovar el deporte en este país, en Japón, Estados Unidos, por poner dos ejemplos, hay piscinas de olas, entonces la carrera profesional se inicia a los 5 años, en cambio acá son 10 años más”, expresa el atlanticense.

Desde los 9 años sentiste esa conexión con el mar, ¿cómo fue esa conexión, cómo supiste que te gustaba el surf?

“Antes de mudarme para Puerto Colombia, yo vivía en Barranquilla pero ya había ido a este municipio de paso a los 9 años, y conocí el surf. Cuando me mudo para Puerto Colombia, y voy a la playa, sentía una energía increíble porque yo venía de Barranquilla, donde era muy activo, jugaba tenis, bicicross, fútbol, béisbol, o sea, lo que me pusieran a jugar, yo estaba ahí siempre pendiente. Entonces, yo me muevo para Puerto Colombia y me quedaba muy difícil seguir con esos deportes, porque no los había allí. Al ser muy energético empiezo a ver estos surfistas, pero no sabía exactamente que era lo que hacían aunque me gustaba. Los veía deslizándose sobre las olas y me pareció siempre algo muy loco, decía wow, yo quiero hacer esto y empiezo a surfear. Últimamente me acuerdo que faltaban como dos o tres meses para yo cumplir los 15 años y me empiezan a dar las primeras clases, unos personajes icónicos del deporte en Colombia, uno que se llama Cachito y Juan. Juan falleció lastimosamente, y Cachito todavía tiene su escuela de surf y fueron los primeros que me enseñaron y luego yo me di cuenta que no era tanto como recibir clase, sino que yo debía ser autodidacta y a todas estas logro generar una carrera deportiva, me empieza a ir muy bien, empiezo a ganar las competencias, me consagro como el mejor juvenil de Colombia y luego como el mejor en general de Colombia.

En 2011 y 2012 fue top 10 a nivel latinoamericano

El nacido en Colombia que montará la ola más grande de la historia del país

Afirma que este logro no solo era llegar y conseguirlo, si no, era el reto de demostrar que podía volver a conseguirlo. Luego en 2014, 2015, 2016, donde no había muchas competencias en Colombia, podía haber una o dos máximo, mientras que en otros países como Perú había 20. Confiesa que en ese momento sintió un hundimiento en su surfing, entonces le tocó irse a otros países. En 2017 decidió ir a Estados Unidos para poder explorar diferentes aspectos del surf. En California practicaba mientras esperaba las diferentes competencias.

Terapia con él mismo

En un momento tuvo un golpe con él mismo, interiorizó el porqué se metió en este deporte y afirma que tuvo que hacer unas terapias de su niño interior y, allí en esa terapia, encontró el momento exacto cuando montó su mi primera ola teniendo solo nueve años.

¿Cuál es tu competencia directa a nivel nacional, de qué ciudad viene y cómo se llama?

“Mi principal rival está en la ciudad de Cartagena, hay muchos rivales, principalmente con el que más he tenido trayectoria se llama el “Chispi” que se llama Howard Gómez es una persona demasiado increíble deportivamente”.

Hay surfista que vienen con conocimiento de afuera que son su competencia diaria “hay colombianos extranjeros, que nacieron en Estados Unidos, en Costa Rica, en Hawai y estos se terminaron convirtiendo en mis rivales principales, sabes, rivales que de cierta manera me generan mucha competencia porque el surf allá es más avanzado. Me hacen crecer deportivamente”.

¿Qué viene para tu carrera?

“Un año muy importante con muchos retos y logros por conseguir en mi carrera deportiva, ahora mismo los objetivos para este año son ser el colombiano nativo que logre agarrar la ola más grande en la historia del país, entonces tengo un entrenamiento muy importante ahora en mayo en Perú con uno de los referentes más importantes de la disciplina. Empiezan las convocatorias para los Olímpicos, todo empieza desde el circuito nacional que empieza este 15 de marzo. Luego viajamos a Palomino el siguiente fin de semana y esto genera el equipo clasificado.

¿Vives de este deporte?

“Mira, siento que el deporte de alto rendimiento es una de las profesiones más complicadas porque necesitas una gran inversión. Cuando salí del colegio tenía 18 años y yo me siento con mi mamá y logramos llegar a la conclusión de hacer una carrera deportiva, pensamos que el surf era como pagar una universidad, y las competencias, como si hiciera las prácticas. Yo mismo costeaba mis idas a las competencias, mis tablas, mis implementos. Pagué mi profesión como cualquier otro universitario”.

Simón afirma que cuando se empieza en el deporte es un camino duro. “Los recursos no son ilimitados o los pagos. Hay que hacer alianzas estratégicas con diferentes marcas, obviamente no nos pagan un peso, pero logramos el tiquete, el peaje, las tablas. Entonces al final de 5000 dólares que te toca poner para ir a las competencias, a mí solo me tocaba mil, entonces, mi mente no se enfocaba en lo que sacaba de mi bolsillo si no en lo que había logrado con esos patrocinios”.

Después de él mismo pagar su profesión al inicio, vino el reconocimiento en Latinoamérica, a nivel nacional, con la ayuda de otros surfistas, se consolidó una Selección Colombia.

Como todas las carreras deportivas, llega un día de caducidad, entonces, tienes que aprovechar tu mejor momento, para consolidar un negocio alterno para la post carrera”.

Simón Salazar

Ese es el mejor consejo que le puedo brindar a los deportistas. Yo me sostengo con mi hostal, y con la clases de surf. Nada de lo que hagamos va a sobrar”, cuenta el barranquillero.

Parque Tayrona

Se hizo una investigación sobre las zonas mas bendecidas para hacer surf, y se encontró que hay un parque actualmente habilitado con unas olas hermosas, muy cerca de Santa Marta. El parque del Tayrona. Antes era un territorio peleado por las Farc y los paramilitares, porque es una zona con una vegetación muy rica, era el lugar ideal para quienes querían montar un laboratorio de coca, porque se podía sembrar y como es una zona tan tropical los árboles impiden que desde el cielo se pueda localizar lo que está en tierra. Gracias al tratado de paz con la Farc esa zona quedó en manos de nativos que poco a poco la reconstruyeron. Simón y otros surfistas llegaron a este sitio a realizar su deporte, cuando turista que llegaban e indígenas de la zona los veían, se unían y ahora se ha vuelto una costumbre ir a ese lugar y hacer surf. Los indígenas ahora lo toman como estilo de vida y otros como hobbie.

Simón expresa que fue muy feliz al poder ir por primera vez a esa zona ideal para el surf, “fue algo muy hermoso cuando llegué porque sabíamos que el área del Tayrona era virgen en muchos sentidos, no solo el deportivo, entonces indagamos sobre la zona y nos dijeron que antes no se hacía deporte porque era un área donde abundaba el conflicto armado del país. Habilitar esta zona benefició la llegada de turistas, ellos traían nuevas tablas, dólares que ayudan al desarrollo económico del sector y al darnos cuenta que todo esto estaba desarrollándose de que todo estaba saliendo adelante, nos motivamos también muchísimo más a explorar estas áreas porque el sector de Tayrona tiene una de las mejores olas que tenemos aquí en el Caribe colombiano. Siento que cada vez que vamos allá me pongo sentimental, pues es uno de los lugares más bendecidos del mundo, es único en el planeta porque la Sierra Nevada está tan cerca al mar, en la línea ecuatorial eso no se ve generalmente”.

Cuando conoció a los indígenas de la zona fue algo muy gratificante. “Los indígenas empezaron a ver el surf, los wayús, coguis, tenemos uvas, por ejemplo aquí con nosotros en la escuela trabaja Marcelo que es indígena. Su pasión es dar clases de surf, quiere pintar, ser artista, entonces estudia artes. Es lindo ver como el deporte rompe barreras. Es muy lindo...”.

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