Patricia Ariza (Vélez, Santander, 1946), elegida por el presidente electo Gustavo Petro como ministra de Cultura de Colombia, ha vivido una intensa existencia como actriz, dramaturga, poeta, gestora cultural y activista política. Lea también: Patricia Ariza será la nueva ministra de Cultura desde el 7 de agosto.
A ella le debemos la creación en 1966 del Teatro La Candelaria, junto a Santiago García, que forjó un camino estable e insoslayable en el teatro nacional, y cuyas obras forman parte de la historia no solo del teatro colombiano sino latinoamericano. Una obra extraordinaria e inolvidable como Guadalupe Años Sin Cuenta (1975) premiada en Casa de las Américas, y dirigida por el grupo La Candelaria, recupera la historia de Guadalupe Salcedo y los conflictos sociales y políticos de la Colombia de los años cincuenta en el corazón de los Llanos, y nos devuelve a la vida de los combatientes colombianos en la Guerra de Corea, la traición, persecución, violencia y muerte, luego del pacto de paz entre los bandos enfrentados. La obra teatral recorrió el país, y pudimos verla siendo estudiante de bachillerato en Sahagún, en una de las celebraciones de su tradicional Semana Cultural, hoy convertida en fiesta nacional de cultura. Fue allí donde conocimos al gran director y dramaturgo Santiago García, caminos que años después nos llevaron a conocer la fecunda tarea de Patricia Ariza, quien desde muy joven, gracias a su espíritu rebelde y contestatario la llevó a integrar el movimiento poético Nadaísta, liderado por Gonzalo Arango.
Patricia Ariza no solo ha sido actriz y una de las aguerridas gestoras culturales de este país, sino que además pinta y escribe poemas. Es la fundadora y directora del Festival de Teatro Alternativo (Festa) y del Festival Mujeres en Escena por la Paz. Es una mujer de coraje sobreviviente de la masacre perpetrada contra los miembros de la Unión Patriótica, allí murieron más de tres mil de sus miembros. Y Patricia fiel y obstinada sus convicciones se mantuvo al pie de sus sueños en un país que amanecía con un nuevo muerto o un nuevo desaparecido en aquellos años pesadillescos. Se iba de un funeral a otro, pero Patricia apostaba a la paz y a la esperanza. Ella que ha llevado a escena la tragedia griega tan parecida a la tragedia colombiana, cree con Antígona que no ha nacido para “compartir el odio”.
Bitácora de viaje
Patricia Ariza nació en Vélez en 1946, sendero de los antiguos comuneros. Estudió en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Colombia de 1967 a 1969, de la mano de maestros iluminadores como Enrique Buenaventura y Santiago García. Ha encarnado papeles míticos e históricos de mujeres tesoneras como ella: Desde María Magdalena, Antígona, Mujeres en trance de viaje ‘Mujeres en trance de viaje, Memoria y Del cielo a la tierra’, entre otros. El hilo que entreteje esos montajes escénicos se parece a su propia vida: siempre hay una criatura similar a Patricia, que en medio de la guerra es capaz de agitar en medio de un cielo bombardeado, las flores inusitadas de la paz.
Visión de país
Patricia tiene claro que la cultura es la apuesta de una sociedad para transformarse y desarrollarse. Es una pensadora del destino de la cultura y del papel del arte en la sociedad. En los días espeluznantes de la pandemia, ella se preguntaba: ¿Dónde queda la noción de cultura como el modo de ser, de hacer y de pensar de los pueblos? ¿Dónde queda la memoria? ¿Dónde la capacidad de la cultura de dar respuestas a las crisis? y concluía que “el universo está irremediablemente interconectado y que somos todos, todas y todo, estrellas y planetas, tierra y aire, un gran espacio de información”. Y remataba con una hermosa sentencia poética “El aleteo de una mariposa en Brasil puede desatar un tornado en Texas”.
Premios
La obra de Patricia Ariza ha recibido numerosos reconocimientos en el país y el mundo. Además de artista integral, es una mujer que fecunda ideas y pensamientos para Colombia y el mundo. En 2007 ganó el Premio Príncipe Claus en Holanda “por sus aportes a la cultura universal y su compromiso artístico con la búsqueda de la paz para la nación colombiana”. En 2008, Orden del Congreso en reconocimiento a “toda una vida dedicada a la cultura”. Premio GLOU del Encuentro de Mujeres de Cádiz y Premio del FIT de Cádiz. Es Premio Gilder Coigner por parte de la Asociación de Directoras y Dramaturgas de Estados Unidos.
