Esta noche falleció, a las 78 años, Armando Pomares Herrera, uno de los más ilustres médicos cirujanos, un verdadero artista de la medicina y apasionado del deporte, especialmente del boxeo, el béisbol y sóftbol.
Su deceso se produjo en el Hospital Universitario del Caribe, luego de ser operado hace 15 días de una enfermedad terminal en el riñón.
Pomares Herrera exhibía una humildad única, ayudaba desinteresadamente a la gente necesitada.
Tenía unas manos mágicas para operar a niños y adultos. “Cuando llegaba una persona con un dolor, apenas lo observaba, muy difícilmente se equivocaba en su diagnóstico”, asegura el medico Hender Campillo.
“Tiene apendicitis, hay que operar lo más pronto posible”, decía.
Pomares Herrera fue un gran cirujano, “yo diría que uno de los mejores del país”, aseguró el médico José Hoyos.
Era muy querido por todos los médicos de la ciudad y un ejemplo para las nuevas promociones.
Fue un especialista para curarle las heridas a Rodrigo Valdez en sus peleas. Siempre estuvo en la esquina de Rocky, especialmente en sus combates memorables ante el argentino Carlos Monzón.
Un golpe al mentón recibe la medicina de Cartagena y el boxeo de Colombia.