El artista congolés Maurice Bazungula (1942) exhibe en el Museo Histórico de Cartagena una serie de pinturas que nos devuelve a la luz de su aldea natal, al color de los patios africanos, a la naturaleza exuberante y al rostro tallado en caoba de sus habitantes. Hay trazos geométricos y esplendor de colores como si el arco iris se hubiera derramado sobre los cristales, en esta herencia ancestral que conmovió a Picasso. Le puede interesar: Vigilante de museo daña obra de arte porque “estaba aburrido”.
La exposición se enmarca dentro de la celebración del Mes de la Afrocolombianidad, que festeja el 21 de mayo el fin de la esclavitud en nuestro territorio; y exalta a su vez la cultura africana viviente en la sangre y en la cultura colombiana. Es una celebración que subraya en una visión de mundo, en la construcción de un arte y un pensamiento filosófico para la humanidad.
Al observar algunas de las pinturas de Bazungula descubrimos un manejo virtuoso del color, la figura humana y también del festivo y rico abstraccionismo derivado del colorido entrañable de la comunidad africana. Algunas de estas pinturas tienen el encanto multicolor de los vitrales. Luego de más de cuatro décadas de consagrada aventura artística, Bazungula sigue pintando y creando sin cesar.
Reciba noticias de El Universal desde Google News “Lo cierto es que su habilidad artística proviene tanto de su dedicación, como de la observación cuidadosa y de su trabajo y experimentación con todos los materiales que encuentra disponibles localmente”, señala el profesor William E. Bertrand.
“Desde los sacos de harina y el tablero de Masonite, que le sirvieron como su primer lienzo, hasta las paletas y herramientas diseñadas para ayudarse en su trabajo. Así el personifica la resistencia y el coraje que caracteriza a aquellos que han sobrevivido las deterioradas últimas cuatro décadas, en las difíciles circunstancias sociales y económicas de la República Democrática del Congo”.
En esta visión podríamos visualizar la estatura humana y artística de Bazungula al interpelar los materiales diversos que encuentra en su entorno, y hacer suyos los paisajes vibrantes de su aldea y la naturaleza palpitante que le rodea.
Con África ha habido entre nosotros prejuicios y estigmatizaciones culturales. Hoy gracias a los intercambios que se han vuelto intensos y sostenidos, conocemos la extraordinaria literatura africana contemporánea, la música y el arte que son expresiones que florecen en el ser africano. Ese arte ofrece una gigantesca lección a Occidente: no es arte superficial ni decorativo, es arte que acompaña la existencia cotidiana, como la música es inherente a la celebración y al duelo. El arte festeja la vida desde la cuna hasta la tumba. El Museo Histórico de Cartagena, dirigido por Moisés Álvarez ha logrado propiciar enlaces culturales con África, y comparte estos logros en el mes de celebración de la afrocolombianidad. Ver las pinturas de Bazungula es una oportunidad de reencontrarnos con su magistral paleta de intensos matices, es entrar de pie al arco iris.
