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Kensaburo Oe, lágrimas convertidas en novelas

El Premio Nobel de Literatura 1994, Kensaburo Oe (1935 - 2023) escribió varias novelas basadas en el drama de su hijo.

Recuerdo el impacto que viví cuando leí la novela ‘Una cuestión personal’ (1964), del japonés Kensaburo Oe, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1994, quien partió a sus 88 años.

La historia de su hijo autista Hikari Oe, nacido en 1963, quien nunca ha pronunciado una palabra, sino que se comunica imitando el canto de los pájaros. Cuando Kensaburo escribió la novela transmitió el drama de un escritor de 22 años que desea recorrer el mundo, pero la tragedia personal de la condición de su hijo, le impide salir de Japón y consagrarse a su vida. Le puede interesar: ¿Conoces cuál es el territorio literario en Cartagena? Aquí te lo contamos

Los médicos no le dieron ninguna esperanza de recuperación, y el escritor se debatió en una encrucijada existencial. Cuando fue a la ceremonia de entrega de su premio, su hijo Hikari salió junto a su padre a recibir el premio.

Tras un año de la aparición de ese libro estremecedor y autobiográfico, el escritor recorrió Hiroshima entrevistando a sobrevivientes de la bomba atómica, y escribió el libro ‘Cuadernos de Hiroshima’ (1965). Luego publicó ‘El grito silencioso’ (1967), ‘Dinos cómo sobrevivir a nuestra locura’ (1969), ‘Un amor especial’ (Vivir en familia con un hijo disminuido, 1998), entre otros.

Los sufrimientos de Kensaburo moldearon el espíritu de un hombre sabio y pacifista, guardián de derechos humanos y defensor de causas sociales, contra todas las iniciativas bélicas en el mundo y las amenazas nucleares.

Las novelas de este narrador japonés tocan el corazón del drama personal y familiar.

Solo quien tenga un sufrimiento familiar de un ser querido o un hijo con alguna enfermedad que afecte su cuerpo y alma, comprenderá que la literatura no es un artificio, sino una profunda y desgarrada realidad que sale de las entrañas, y muchas veces quienes escriben solo tallan sus lágrimas en diamantes.

Kensaburo batalló contra su desesperanza cuando los médicos intentaron convencerlo de dejarlo morir, luego de la operación de su hijo Hikari, en la que se mantuvo el retraso en su desarrollo, con discapacidad visual, epilepsia, sin habla y problemas físicos. Lea además: Luto en el Carnaval de Barranquilla: murió el ‘Conde Drácula’

El escritor descubrió que su hijo tenía habilidades para la música cuando empezó a memorizar el canto de los pájaros, y le contrataron a la maestra de piano Kumiko Tamura. Hikari, quien cumplirá 60 años, es autor de dos álbumes musicales que se basan en cantos de pájaros. Es su manera de comunicarse con el mundo que le rodea.

Podemos escuchar el corazón sonoro de Hikari y leer a su vez a Kensaburo.

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