“Mayo es el Mes de la Herencia Africana, una oportunidad “para visibilizar y revalorizar la participación de las comunidades negras afrocolombianas, palenqueras y raizales en la sociedad colombiana”, y en ese sentido precisamente también se conmemora el Día Nacional de la Afrocolombianidad, que es además una oportunidad para luchar contra el racismo y abolirlo de una vez por todas. La cartagenera Nevis Balanta Castilla, investigadora y docente del área de humanidades, lenguaje, comunicación y educación de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas (Bogotá), realiza una tesis sobre el tema y nos habla sobre cinco formas de racismo cotidianas que pueden incluso pasar desapercibidas. La docente afirma que el mejor antídoto que tenemos para combatirlas es la educación. (También le puede interesar: Un encuentro por la verdad del pueblo negro en la región Caribe)
1. A través del lenguaje, chistes, la riduculización de la forma de hablar afro y el adjetivo negro remitido a lo negativo.
“Una forma muy cotidiana es sobre lo que decimos día a día. Por ejemplo, acá, en Bogotá dicen mucho:_‘Estoy trabajando como negro’. Esa expresión alude a la esclavitud, como si los únicos que tuvieran que trabajar fueran los negros.
“Lo mismo que cuando la gente se refiere a tener un ‘día negro’ o a la ‘lista negra’, son expresiones negativas, que remiten a lo malo. Todas esas expresiones, así no nos demos cuenta, son racistas y también algunas actitudes —o expresiones— que tienen que ver incluso con la superstición, como los ‘gatos negros’, las ‘mariposas negras’, la ‘magia negra’, que connotan lo malo”.
2. Prejuicios. Creer que los negros son poco intelectuales.
“Esos juicios que se hacen antes de conocer a alguien, son también incómodos y negativos. Por ejemplo, cuando la gente va en el bus, el sitio donde va un negro se queda vacío, porque existe el prejuicio de que el negro puede ser delincuente u oler feo. Ese tipo de cosas tienen que ver con el prejuicio y eso es muy común. Esos prejuicios los tenemos que combatir justamente a través de la educación. Esas opiniones preconcebidas se meten tanto en lo colectivo que terminan haciendo mucho daño, expresiones como el ‘cabecita de micrófono’, ‘el nariz de patacón’, ‘el negrucio’, ‘vamos a mejorar la raza’, todas esas cosas, aunque no nos demos cuenta, son racistas”.
3. Subestimar lo bueno que hacen los afro y, al revés, sobrevalorar las acciones negativas de algunos.
“Esto es muy común en las instituciones y yo lo he padecido también, creo que muchos. La gente, como tiene en su cabeza que el negro es bruto, cuando eres brillante, la gente quiere ocultar lo que tú haces, porque es una manera de ponerte el pie, que el mundo no sepa lo brillante que eres. Esa es una forma de racismo. Sucede más con los negros que con otro tipo de población. Manuel Zapata Olivella hizo todo lo que hizo, importante, pero en la historia de la literatura del país se le ha dado un lugar secundario”. (Lea también: Se conmemora el mes de la Herencia Africana)
4. Estereotipos, ideas arraigadas sobre los afros.
“Son esas ideas cerradas que la gente se hace en relación con la conducta sobre algunos grupos sociales. Pensar en ese estereotipo de que los negros solo sirven para el baile, por ejemplo, no pensar que pueden servir para la ciencia y que incluso pueden ser teólogos, o que pueden estar en otros campos. O en el caso de las mujeres pensar que las negras son ‘calientes’ o que los negros son ‘superdotados’ en la virilidad, esos son estereotipos raciales o que perpetúan el racismo y que vienen de la esclavitud”.
5. La segregación y masacres.
“Lo cierto es que la segregación fue muy triste históricamente y ahora se da de forma sutil. Antes era: estas escuelas son para blancos, estas escuelas son para negros. Se daba de manera explícita y se mataba a la gente. Ahora sigue pasando, por ejemplo, el caso de Floyd, en Estados Unidos. En Colombia no se revelan casi datos, pero hay gente que la matan por ser negra”. (También le puede interesar: ¡Tremenda agenda! Asodanzas conmemorará el Día de Afrocolombianidad)