Autoridades se encuentran verificando los restos de un cuerpo que fue hallado a las afueras de la vereda San Jorge, en Zipaquirá. Los médicos forenses analizan si el cuerpo es el de Adriana Pinzón, la psicóloga desaparecida hace una semana en Bogotá.
El CTI recibió esta información para esclarecer el hecho, mientras que la audiencia por la desaparición de Adriana Pinzón se da a puerta cerrada.
Su cuñado, Jonathan Torres, fue detenido el martes por el CTI en Zipaquirá y hoy enfrenta a un juez de control de garantías, que determinará si se le mantiene encarcelado preventivamente.
La psicóloga, de 42 años, que trabajó hasta hace una semana como coordinadora en el área de recursos humanos de una empresa petrolera, tenía un cuñado al que consideraban parte de la familia por conocerlo desde hace seis años.
El pasado 7 de junio Pinzón fue vista por última vez en Tres Esquinas, Chía, antes de contratar un vehículo que la devolviera a su casa. Se supone que estaba allí con su cuñado para realizar un trámite para vender su carro. Pero investigaciones recientes de la Fiscalía sugieren que en realidad esto nunca pasó, y que no hay pruebas para verificar que ella si hubiera salido de su casa ese día.
Desde entonces, las pruebas han ido apareciendo. Una cámara del edificio de Adriana reportó que su cuñado entró y salió de su apartamento en cuestión de minutos cargando una bolsa de basura negra.
Los apartamentos de ambos han sido allanados y se encontraron objetos que pertenecían a la psicóloga deteriorados y con muestras de sangre.
Una de las hermanas de la psicóloga desaparecida le contó a El Espectador que “estamos totalmente impactados, es una noticia que nos deja sin palabras, la verdad no esperábamos esto”, y sobre el cuñado “lo consideramos parte de la familia, ya que lleva mucho tiempo con mi otra hermana y se ganó nuestra confianza”.
