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Quejas por conciertos de la Feria de las Flores, con alto volumen

Ciudadanos se quejan de eventos masivos, como la inauguración de la fiesta, en barrios residenciales. Dicen que no hay control de las autoridades.

La Feria de las Flores de este año llegó, además de pasada de agua y aguardiente, acompañada de quejas y polémicas. El evento inaugural, un concierto masivo celebrado el viernes en la 70, generó molestias excesivas para los vecinos. En redes sociales se cuestionó el porqué de la realización de un evento de ese tamaño, con un sonido desmesurado, tan cerca de un barrio residencial.

Una escena similar se vivió cerca a la plaza de eventos La Macarena. En ese lugar se celebraron dos conciertos en este fin de semana de feria. El sábado se celebró El Cantinazo, un tradicional evento de música popular. Allí se presentaron artistas de la talla de Jessi Uribe y Johnny Rivera.

Pero, si los asistentes gozaron las canciones de despecho, los vecinos las padecieron. Lina Vélez vive cerca de la plaza desde hace siete años. Nunca, como en los últimos dos años, había sufrido tanto por el ruido de los conciertos, dijo.

Vélez se despachó con la Alcaldía por la falta de control. En un trino citó directamente a Vanesa Álvarez, la secretaria de Medio Ambiente, para que le respondiera por lo que ella considera la ausencia institucional: “Es absurdo, nunca había escuchado un concierto así. Cómo no vigilan esto. Y por favor, secretaria, respóndeme un trino por lo menos, así sea para decir que no le compete, pero diga algo”.

El Cantinazo se extendió hasta las 4:00 de la mañana. Durante toda la jornada, comentó Vélez, el volumen fue desmesurado. Tuvo que ponerse unos tapones de oído, pero le fueron insuficientes. “Era tanto el ruido que las ventanas temblaban. Abrían las compuertas y se sentía mucho peor. Estaba tan desesperada que me puse a leer sobre maneras de insonorizar el apartamento de manera casera. Es un desespero absoluto hasta las 4:00 de la mañana”, contó la vecina de La Macarena.

Ayer, Vélez amaneció afectada por la noche en vela: “Esto, evidentemente, tiene efectos en la salud mental. Hoy es un día perdido, en el que voy a tratar de recuperar sueño para poder ir a trabajar mañana”.

La mujer precisó que no todos los conciertos generan tanto ruido. Sus cuentas apuntan a que la falta de control ha incrementado desde la reapertura económica, que comenzó el año pasado. “Hay eventos que se acaban a las 11:00 o 12:00 de la noche, pero hasta las 4:00 de la mañana y con ese volumen es insoportable”, remató Vélez.

¿Quién responde?

Las quejas tampoco se hicieron esperar luego del concierto de la 70, en el que se presentó, entre otros, el reguetonero Blessd. Ana Cristina Aristizábal, docente universitaria, lamentó: “Así como alguna vez la humanidad entendió que la esclavitud afectaba personas y la prohibió así llevara mil años practicándose, ya las sociedades más civilizadas entendieron que el ruido afecta la salud, inclusive de quienes lo producen. Algún día también lo entenderemos aquí”.

La profesora, a paso seguido, se preguntó el porqué de la realización del evento en un barrio residencial y habitado, en buena parte, por personas mayores: “Tiene varios hogares de ancianos. No hay por qué pisotear a los otros.Tratemos de civilizarnos y entendamos que todos cabemos.Mermen el volumen y no se pasen de la 1:00 am como dice la misma programación”.

EL COLOMBIANO consultó a Dgroupe, la empresa de eventos que administra La Macarena. Ricardo Pélaez, el CEO de la empresa, dijo que no tenía conocimiento sobre las quejas por los excesos de ruido. Explicó que son los artistas y los productores los que manejan la acústica y el sonido. Es decir, cada uno, siguiendo las normas, determina el nivel. Peláez argumentó que la Alcaldía hace “controles permanentes” para que no se violen las normas.

En la práctica, sin embargo, los residentes de barrios cercanos a estos eventos siguen pasando noches en vela.

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