La Procuraduría General abrió una indagación preliminar por los hechos relacionados con el uso de simbología nazi y la recreación de personajes como Adolf Hitler en la Escuela de Policía Simón Bolívar de Tuluá, Valle del Cauca, durante una actividad educativa realizada el pasado jueves 18 de noviembre.
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La investigación tiene como propósito determinar los presuntos responsables de la organización y promoción de este tipo de actividades, y las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que estas se llevaron a cabo.
El Ministerio Público señaló que “aunque la actividad fue denominada como pedagógica y de intercambio cultural, fue rechazada por la evidente apología al nazismo y la consecuente indignación de quienes fueron víctimas del holocausto”.
El ente disciplinario ordenó la visita especial al centro de formación policial y la práctica de pruebas documentales y testimoniales, que permitan determinar las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que se programó y desarrolló la actividad académica en la que se recrearon personajes y símbolos nazis.
“Para ese propósito se requiere conocer el origen de la iniciativa académica, el objetivo, los participantes, las órdenes emitidas y todos los pormenores de orden circunstancial e institucional previos y/o concomitantes a la actividad”, puntualizó la Procuraduría.
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El presidente Iván Duque impartió instrucciones al director de la Policía, general Jorge Luis Vargas, para que salgan de la entidad de forma inmediata las personas que permitieron que se registrara un hecho de esa naturaleza.
Lo que dijo el Jefe de Estado es que el antisemitismo no se puede permitir en ningún grado, y menos en una institución oficial.
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“Lo que vimos es una situación inaceptable, que no es un error y un hecho que, para nosotros, no tiene aceptación alguna y tendrán que salir las personas que permitieron que eso ocurriera”, precisó Duque, quien advirtió que, por eso, “los que propiciaron esos hechos se tiene que ir de la institución”.
El primer oficial que salió del cargo fue el director de la escuela de Tuluá, teniente coronel Jorge Ferney Bayona Sánchez, quien en su hoja de vida registraba un doctorado en ciencias políticas y cursos sobre paz en Estados Unidos.
Tal fue el grado de la polémica que se desató que Israel, Alemania, Estados Unidos y la comunidad judía rechazaron los hechos. Además, la Cancillería de Colombia tuvo que salir a ofrecer excusas públicas, al igual que la Policía, por lo sucedido. (Lea aquí: Embajador de EE. UU. en Colombia “consternado” por error de la Policía)
