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Muertes por COVID-19 en Colombia: las cifras que llegan tarde

En las últimas semanas, el número de muertes diarias por COVID-19 en Colombia ha ido en aumento, pero los rezagos en los reportes han hecho más complejo entender cuál es el verdadero avance de la enfermedad en el país.

Este viernes, Colombia superó el límite de los 10 mil muertos por COVID-19. A medida que el país se acerca al pico de la pandemia, el número de muertes diarias ha ido en aumento: en dos de los últimos días, superó los 300 casos, y en los demás, estuvo muy cerca de esa cifra.

El ministro de Salud, Fernando Ruíz, explicó que en estas cifras puede haber una distorsión pues la mayoría de los casos que se reportan no ocurren en la fecha en que se registran sino unos días, o incluso semanas, antes.

Aunque los expertos señalan que estos rezagos se presentan en todos los países, por la complejidad de la práctica de pruebas de COVID-19, cuando se presentan de una manera demasiado significativa, pueden generar confusión sobre el avance de la enfermedad.

Eso parece estar ocurriendo en Colombia: ¿A qué cifras debe creersele? ¿A las que ubican a Colombia entre los cinco países con más muertes diarias por COVID-19 en el mundo o a las que muestran al país por debajo de España, Italia, Reino Unido y la mayoría de países de Latinoamérica, en número de muertes por millón a causa de la pandemia?

Leonardo Briceño, profesor de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, reconoce que ha habido rezagos significativos vistos que equivalen en dos semanas, en el caso de los contagios, y cinco días en cuanto a las muertes.

“Hay aproximadamente dos semanas de diferencia entre el día en el que se toma la prueba y cuando se da el resultado. Se calcula que hay por lo menos, un rezago diez veces por debajo del reporte original, con respecto a otros países que hacen un buen seguimiento. Estamos por el momento muy mal de números”, indicó Briceño.

Además, según Briceño, no solo hay un problema con las 30.000 pruebas represadas que anunció la Superintendencia de Salud, sino también de aquellas que no se han tomado por demoras administrativas a la hora de hacerlas.

“El rezago ha sido grave y se le ha empezado a salir de las manos al Gobierno Nacional. Pese a que países como Italia y España tuvieron un alto índice de muertes por millón de habitantes, el impacto no fue tan alto, si tenemos en cuenta que la reapertura económica se hizo apenas bajó el contagio. En el caso de Colombia, debido a la realización del día sin IVA, la gente comenzó a salir por montones cuanto los casos empezaron a aumentar”, explicó Briceño.

Otro problema que se evidenció es que hubo un mayor enfoque en los equipos para las UCI, más no hubo un mayor seguimiento al cerco epidemiológico o al círculo de contagios de Covid-19.

“Se ha estado perdiendo el seguimiento y el rastreo de contactos para tratar la pandemia. Ha habido mayor énfasis en los ventiladores y camas, que también eran necesarias y se requieren para la emergencia, más no se se sabe a ciencia cierta quién está contagiado y a su vez está infectando a otros con el virus”, destacó.

Por su parte, Álvaro Idrovo, epidemiólogo y profesor del departamento de Salud Pública de la UIS, resaltò que ha habido rezagos incluso de 72 días entre el momento en el que se hace la prueba y la entrega del resultado.

“Debido a este problema, el ministro de Salud señaló que las cifras pueden ser diferentes a las que se han visto actualmente, pero ese es un error de quien está manejando la pandemia. En términos administrativos, ya será responsabilidad de las autoridades mostrar en que proporción se ha mostrado rezago en las cifras de contagios y muertes, pues aún no están abiertas esas conclusiones al público”, recalcó Idrovo.

El experto puntualizó también en que, con respecto a la salida de las cifras reales de contagios y muertes, va a haber cierta demora, pues en casi todos los sistemas de salud a nivel mundial, ocurre que hay algún margen de error en los números que reflejen esta realidad.

“Tendremos que esperar hasta el otro año para que se registren, por lo menos, los casos a los que nunca se les hace diagnóstico y los médicos lo clasifican como caso Covid, más no se evidenció prueba de ello. Hasta más adelante se sabrá, y así, en todos los países”, indicó.

Por último, en el caso de Santander, Idrovo afirmó que el mismo secretario de Salud tuvo que reconocer que había cerca de 2000 pruebas represadas, lo que llevaría a un manejo errado de las cifras de la pandemia, y la falta de preparación para reactivar la economía y la protección de los ciudadanos.

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