La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) entre el 8 y el 14 de noviembre, en la tercera jornada de exhumación adelantada en el cementerio de Las Mercedes, reportó 17 hallazgos forenses tras la ubicación de seis fosas comunes.
El tribunal de paz avanza en los trabajos de investigación, prospección y exhumación en Dabeiba, Antioquia, para contrastar en el terreno los aportes a la verdad que vienen realizando los miembros de la fuerza pública.
En diciembre de 2019 se habían registrado 17 hallazgos, en febrero pasado 37, y con los 17 nuevos, en total la JEP reporta 71 hallazgos forenses sobre personas inhumadas de forma ilegal en el cementerio de Las Mercedes que, según la información judicial de la Jurisdicción, corresponderían a víctimas de ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas.
Durante siete días, el equipo forense, guiado por el magistrado Alejandro Ramelli de la Sección de Ausencia de Reconocimiento, desenterró la verdad de lo que fue la guerra en esta región del occidente antioqueño: cuerpos inhumados dentro de bolsas negras, desnudos, con heridas de arma de fuego en la cabeza, totalmente fragmentados, unos inhumados con prendas militares y otros amarrados en las manos, pies y el cuello, en estado de total indefensión.
Tras la tercera jornada realizada en Dabeiba se encontraron indicios preliminares que indican la realización de necropsias antes de las inhumaciones. “Esta condición no es común en personas enterradas de forma ilegal, como tampoco es usual la disposición de los cuerpos en los lugares en que fueron hallados, que no estuvieran en ataúdes, encontrados sin ropa, boca abajo, o dentro de bolsas negras”, expuso el tribunal de paz.
Los hallazgos obtenidos permiten cotejar en terreno los aportes a la verdad plena hechos por los comparecientes en el marco del caso 03, conocido como el de “falsos positivos” y el 04, que priorizó la región de Urabá.
Sobre los hechos ocurridos en Dabeiba, a la fecha 14 miembros de la fuerza pública, de distintos rangos, incluidos comandantes de Batallón y Brigada, han rendido sus versiones ante la JEP por los hechos relacionados con el cementerio Las Mercedes. La mayoría de ellos no habían sido investigados por la justicia ordinaria y quienes sí lo fueron, confesaron la comisión de crímenes nunca antes judicializados.
Identificación y entrega
El 17 de febrero pasado, la JEP entregó el cuerpo de Edison Lexánder Lezcano Hurtado, de 23 años, quien era padre de tres hijos y se desempeñaba como agricultor en zona rural del municipio cuando fue asesinado por integrantes del Ejército en 2002.
Los aportes a la verdad de miembros de la fuerza pública, la investigación y exhumación realizada por la JEP en el cementerio Las Mercedes y las labores de Medicina Legal, lograron la plena identificación de Lezcano Hurtado, cuyo lugar de destino final siempre le fue ocultado a sus familiares.
En relación con estos hechos el Consejo de Estado en 2012 aprobó una conciliación adelantada entre los familiares de la víctima y el Ministerio de Defensa de la época. La providencia relató que “la muerte del señor Lezcano Hurtado es un típico caso de los denominados falsos positivos, en la medida en que éste se encontraba en su vivienda y fue detenido, junto a otros, por miembros pertenecientes al Ejército Nacional y, posteriormente, presentado como muerto en combate”.
Respecto de las demás actuaciones, el tribunal de paz, el pasado 10 de noviembre, exhumó los cuerpos de Yulieth Andrea Tuberquia, Nelson Antonio Góez Manco, Alveiro Úsuga Uribe y Eliécer de Jesús Manco Úsuga. Úsuga Uribe y Manco Úsuga fueron identificados debido a la toma de muestras de ADN que realizó la JEP y el Instituto de Medicina Legal en febrero.
Adicionalmente, 150 personas, en su mayoría indígenas Embera, participaron de la segunda jornada de toma de muestras de ADN que convocó la JEP y Medicina Legal en Dabeiba entre el 8 y el 14 de noviembre. Aunque el auto con el que se ordenó la segunda jornada convocó a 121 personas, el número de familiares de víctimas de desaparición forzada superó el esperado. En su mayoría se trata de miembros de la comunidad indígena Embera que buscan a sus familiares desaparecidos.