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Érika Aponte “murió por su culpa”: la revictimización tras un feminicidio

Son muchas las circunstancias que llevan a las mujeres víctimas de violencia a no denunciar. De allí que la sociedad no debe juzgarlas. El Estado, mucho menos.

“Le tengo mucho miedo a Christian”. “Mi hijo me dice que le teme al papá cuando se pone agresivo”. “Me dio mucho miedo”. “Me dice por WhatsApp que si no estoy con él se va a matar. Me da miedo que me vuelva a buscar en el trabajo o me haga algo”. “Con esta denuncia espero poder tener seguridad que la Policía me pueda proteger. Le tengo mucho miedo Christian”.

Estas estremecedoras frases hacen parte del último relato entregado por Érika Aponte a las autoridades, en comunicación con la línea “llamado de vida” de la Secretaría Distrital de Integración Social. Miedo fue una de las palabras más recurrentes. Ella temía por su vida, ante las intimidaciones de Christian Camilo Rincón, padre de su hijo de 9 años, y decidió denunciarlo.

En respuesta a su “llamado de vida”, a la mujer de 26 años le otorgaron medidas de protección provisionales el pasado 11 de mayo, dentro de las cuales se solicitó acompañamiento y protección al Comando de la Policía de Soacha, lugar en el que reportó su residencia. Pese a ello, su temor se hizo realidad.

El domingo 14 de mayo, mientras el país celebraba el Día de las Madres, fue acechada por Christian en su lugar de trabajo, en el centro comercial Unicentro de Bogotá.

Ambos tuvieron una acalorada discusión, que él selló con dos disparos a la altura de la cabeza de Érika, acabando con su vida en el acto. Lo siguiente que hizo este hombre de 30 años fue dispararse en la cabeza. Su deceso se confirmó el lunes 15 de mayo. Lea: Érika le suplicó a su asesino que no la matara: testigos del feminicidio

Ese mismo día, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, se pronunció sobre el fatídico desenlace de una tormentosa relación de 11 años. “Érika llevaba años de violencia. Acudió hasta el jueves pasado a denunciar. La Secretaría de la Mujer le ofreció sacarla a ella y su hijo a Casa Refugio pero no aceptó. Confió que al haberse mudado a Soacha con su padre y hermana estaba protegida. El domingo su psicópata expareja la asesinó”, expresa en uno de los mensajes que tuiteó en hilo en su cuenta en Twitter.

En otro, señala: “Nadie puede juzgar a Érika. Solo ella sabía sus circunstancias. Insistimos a todas las mujeres que no tienen por qué aceptar ninguna agresión. A la primera y menor señal cuenten y pidan ayuda en la Línea Púrpura, en las Casas de Justicia o Comisarías de Familia. ¡No están solas!”. Lea: “Era un psicopata y violento”: alcaldesa de Bogotá sobre asesino en Unicentro

Las palabras de la mandataria han sido calificadas por muchos ciudadanos como revictimizantes. Rubiela Valderrama, integrante de la Red de Empoderamiento de Mujeres de Cartagena y Bolívar, manifestó que “el hecho de que las mujeres no acudan de manera inmediata o no atiendan la denuncia como debe ser, acudiendo a las rutas que existen, o no quieran ir a los hogares de acogida, no significa que tenemos que dejarla solas o no significa que ellas son las responsables de la posible violencia o del hecho violento del que son o han sido víctimas, por supuesto que la mujer no es la responsable de esa situación”.

Y es que son muchas las circunstancias que llevan a las mujeres víctimas de violencia a no denunciar, a mantenerse junto a su agresor o a intentar escapar por sus propios medios. De allí que la sociedad no debe juzgarlas por no denunciar “a tiempo”. El Estado, mucho menos.

Muchas veces por los hijos, otras por dependencia económica, dependencia emocional, falta de apoyo familiar. Son muchas las circunstancias”.

Rubiela Valderrama, integrante de la Red de Empoderamiento de Mujeres de Cartagena y Bolívar.

“Y también la bendita cultura que se les ha metido en la cabeza que ellas están allí para soportar, porque el hombre es el que tiene la razón. Todavía encontramos muchas mujeres con ese pensamiento que está llevando a que, al final, la agresión termine en feminicidio”, explicó Valderrama.

De hecho, la revista Volcánicas precisó que al feminicidio de Érika le ha seguido una ola de revictimizaciones que pone en evidencia, una vez más, la falta de formación en género de todos los sectores involucrados. “Un feminicidio no es un crimen pasional” fue una de las aclaraciones que difundió. Así mismo, que los videos y fotos no son para el entretenimiento público, que la institucionalidad le falla a las víctimas, que estas no denuncian tarde y que las casas de refugio no son suficientes.

¿Y la institucionalidad?

“Tenemos una institucionalidad supremamente débil en Comisarías de Familia, Casas de Justicia, etcétera”, apuntó Valderrama, poniendo de ejemplo lo que ocurre en Cartagena.

“Los hogares de acogida ahora no existen. Hace meses escuchamos que se van a activar, pero todavía nada se concreta y cuando se contratan, se contratan solamente por dos o tres meses, como si la violencia contra las mujeres entrara en vacaciones”, recalcó la trabajadora social.

Lamentó que el miércoles 17 de mayo se apagó la vida de una víctima del feminicidio en Cartagena. “Lamentamos profundamente el deceso de Celia Meza, que hace un año fue víctima de un feminicida, que lamentablemente no pagó en vida, sino que se suicidó”. Fue el 28 de mayo de 2022, en el barrio San José de los Campanos, que esta mujer de 39 años fue baleada en la cabeza por su expareja sentimental. La operaron varias veces y batalló casi un año contra la muerte, hasta que su cuerpo no aguantó más. Lea: Murió mujer que fue baleada por su expareja sentimental: Celia deja 3 hijos

Además de Celia, otra mujer fue asesinada a manos de su pareja en Cartagena este 2023. Durante 2022, tres fueron las víctimas de feminicidios y en 2021, tres más. Más que cifras, detrás de ellas hay familias y amigos que perdieron a un ser querido.

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mujeres fueron víctimas de feminicidio en 2022 en Cartagena.

“La justicia colombiana tiene que hacer unos esfuerzos con apoyo de toda la institucionalidad para que los agresores sean detenidos a tiempo. Considero que es necesario una revisión en todos los procedimientos normativos, en todas las jurisprudencias, para que se llegue realmente a atender con celeridad las denuncias que hacen las mujeres y a detener a tiempo a estos posibles feminicidas y a los agresores, que de manera permanente se están quedando en sus casas o cerca de las viviendas donde están las víctimas y en cualquier momento van y atentan contra sus vidas”, aseguró Valderrama.

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