Comunidades y organizaciones sociales rechazaron los hechos violentos que se presentaron en las zonas rurales de los municipios de Caloto y Toribío, en el norte del Cauca, en donde se han registrado combates incluso en medio de la comunidad.
“El inicio de año está marcado por la intensificación de las acciones bélicas en esta parte del Cauca, es decir hay un incremento de los combates entre los grupos armados. Son por lo menos tres enfrentamientos por semana desde enero. Sin duda alguna, hay un retroceso en la armonía en nuestros territorios y en el tema de derechos humanos”, expresó el líder comunero nasa y coordinador de DD.HH de la Acín, Mauricio Lectamo.
Lo anterior ha generado una afectación a la vida de los indígenas de esta zona, y en sus viviendas, como quedó demostrado en la tarde del pasado miércoles, cuando un explosivo impactó el patio de una casa de la vereda El Damián dejando heridos a siete comuneros.
“En este año son muchas las víctimas directas, civiles, por estos combates, lo que es un retroceso gravísimo en el tema humanitario. Esto no se presentaba desde el año 2011, cuando pasó algo similar, luego que un explosivo impactara una vivienda de la vereda El Credo del resguardo de Huellas, Caloto, lesionando a siete personas y causando la muerte a una niña”, agregó Lectamo.
Es que este miércoles los combates fueron prolongados, y lo más preocupante, es que estos transcurrieron cerca de las viviendas de la comunidad, y como alertó el líder indígena, los actores armados no están respetando el Derecho Internacional Humanitario, DIH.
Es que por más de cinco horas los soldados y disidentes de la Dagoberto Ramos de las Farc se atacaron con ráfagas de fusil y explosivos. Los enfrentamientos, informó la misma comunidad, comenzaron alrededor de las 9:00 de la mañana y se extendieron hasta las 3:00 de la tarde.
Luego, mientras el Ejército se ubicaba en la zona, los disidentes empezaron atacar a los soldados con explosivos artesanales, ‘tatucos’, iniciándose de nuevo la confrontación, la cual se extendió hasta comenzar la noche.
“Como retaliación a la presión ejercida por parte de las tropas, los integrantes de esta estructura armada, al mando del sujeto conocido con el alias ‘David’ o ‘Cholinga’, atacaron a la población civil lanzando un artefacto explosivo sobre una vivienda, sin considerar la integridad de los habitantes del sector y generando una distracción para emprender la huida”, confirmó el jefe del comando específico del Cauca, brigadier general Jhon Jairo Rojas.
En medio de esta situación, y en aras de ayudar a la comunidad, la guardia indígena de la zona empezó un recorrido, a pesar del peligro que representaba la presencia de los grupos armados.
Gracias a esta acción, y según la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, Acín, siete comuneros heridos, entre ellos dos menores de edad, fueron sacados del lugar y trasladados a centros asistenciales de Santander de Quilichao y Cali.
Los heridos fueron después identificados como Janeth Ipia Noscué, Darío Pavi Casso, Gladis Ipia Noscué, Juan Carlos Ipia Noscué, José Ignacio Díaz, Mabel Alejandra Ipia Noscué y Andrade Conda Jilicué.
Hay que recordar que esta acción armada sucedió luego que integrantes de ese grupo armado al margen de la ley liberaran al exconcejal de Caloto, Wilson García, entregándolo a una comisión de la Cruz Roja en esta misma zona del norte del Cauca.
También, y en medio del incremento de los combates en diferentes municipios, se firmó un pacto por la vida, los derechos humanos, el territorio y la paz entre sectores sociales y autoridades regionales.
“Hoy es un día histórico para nuestro departamento; nos hemos unido todos los sectores y actores, en pleno reconocimiento de nuestras diferencias, para hacer un llamado por la defensa de la vida, el territorio, la protección de los derechos humanos y la búsqueda de la paz”, aseguró Elías Larrahondo Carabalí, Gobernador del Cauca frente a esta iniciativa que busca llegar hasta el gobierno nacional para garantizar la paz en la región.
