El presidente Iván Duque manifestó su preocupación por las últimas decisiones que se han tomado alrededor del proyecto Hidroituango, y dijo que EPM y la Alcaldía de Medellín no ha mostrado con claridad cuál será la ruta para garantizar que la obra se siga ejecutando sin ningún tipo de alteraciones que pongan en riesgo la generación energética para el país y a las comunidades ubicadas aguas abajo.

“No veo en este momento una ruta clara, que la tiene que presentar la empresa (EPM) para mostrar cómo se va a mantener el ciclo del proyecto sin alteraciones, porque está en riesgo no solo la soberanía energética, sino también la certidumbre ingenieril sobre la obra”, le expresó el mandatario a Noticias RCN, en la noche de este jueves 2 de diciembre desde Barranquilla, en el marco del evento World Law Congress.

Asimismo, indicó que está preocupado frente a una posible improvisación para la continuidad de un megaproyecto de esa envergadura en lo que tiene que ver con encontrar un equipo técnico que tenga la capacidad real de completar una obra que va en un avance de más del 85% y que se está recuperando de un siniestro, en especial, dijo, porque en pocos meses se esperaba la puesta en marcha de la primera y la segunda turbina para garantizar el primer ciclo de oferta de energía en el país.

En sus declaraciones al noticiero, Duque hizo referencia también al pago anticipado que hará EPM de la deuda total que tiene con el BID, por $450 millones de dólares, puesto que ello significa la salida del banco del megaproyecto. Una decisión que tomó EPM ante la incertidumbre que genera para Hidroituango el fallo en segunda instancia de la Contraloría General de la República.

“Tengo la preocupación grande por la salida o eventual salida del BID por el prepago”, señaló el presidente y argumentó que esta entidad es un sello de calidad, responsabilidad ambiental y transparencia en los procesos contractuales que evita la politización de grandes proyectos de infraestructura.

El mandatario también aseguró que como gobierno nacional tienen la función de supervisión y vigilancia del proyecto y de EPM, a través de las Superintendencias de Servicios Públicos y Financiera. Desde la primera han hecho los requerimientos para establecer cuáles medidas se tomarían en caso de que se deba atender un riesgo derivado de las decisiones que se han tomado.

“Si la empresa llega a tener dificultad de caja o solvencia para su continuidad, la ley dice cuál es la responsabilidad que nos cabe a nosotros”, puntualizó e hizo énfasis en que tanto EPM como la Alcaldía de Medellín deben responder con claridad frente a la ruta de continuidad que garantice que la hidroeléctrica más grande del país va a entrar en funcionamiento en los tiempos que corresponde.