Mientras el pasado domingo gran parte de la ciudad disfrutó conociendo la historia de Pepe, un perro que vigila un colegio en el barrio Ceballos de Cartagena, vecinos de El Espinal denunciaron un posible caso de maltrato animal que, a día de hoy, no ha sido atendido por las autoridades responsables. Lea: Conozca a Pepe, el vigilante más silencioso de Cartagena
Los denunciantes indicaron que un perro es encadenado a su cuello todo el día en la terraza contigua a un restaurante en la calle Real de El Espinal, en Pie del Cerro, a escasos metros de la Notaría Primera, del Castillo San Felipe y del Mall Plaza, escenarios sinónimos de legalidad, cultura y economía de esta ciudad a la que en la Alcaldía de Cartagena llaman como “cosmopolita”.
Los vecinos, y este medio, reportan que en lo que va de la semana el perro sigue encadenado en gran parte de la jornada bajo el inclemente sol de los últimos días, y denunciar el caso a la Policía para que se interviniera la situación y se constatara la salud y estado del canino, no logró el eco esperado y terminó en un “dejado en visto”.
“Los amarran porque son traviesos”
“El canino puede mantener amarrado, pero en sí ¿cuál es la denuncia, la incomodidad o lo que sucede? Porque va uno a los sitios para atender el maltrato y los eventuales daños a los animales, pero llegamos y no se presentan heridas o causales, pues los amarran porque son traviesos o son agresivos. Entonces para evitar eso los amarran”, fue la respuesta del Grupo de Protección Ambiental y Ecológica de Cartagena de la Policía.
Respondimos la solicitud de la Policía de mayor información con varios vídeos y fotos donde se evidencia el estado deplorable en el que mantienen al perro que, según una vecina, “llega un momento de la mañana que se queda sin aliento hasta para ladrar”.
“Qué pesar con ese perrito. Todos estamos indignados en el barrio con el maltrato a ese animalito. Con las personas de esa casa hemos tenido muchos inconvenientes, incluso hay una querella, por bulla y otros temas. Aquí todos los vecinos lamentamos la situación porque todos los días, desde las seis de la mañana, lo amarran bajo el sol, pero nadie reclama para evitar problemas con esas personas”, reveló un vecino.
Para Vicky De Zubiría, reconocida animalista de la ciudad, este tipo de casos sucede con más frecuencia de lo que piensa la gente. “Nuestro gran problema en Cartagena, y muy a pesar que existen sentencias que obligan, es que el Distrito no ha construido el Centro de Bienestar Animal. La Policía una vez rescata tendría que llevarlo a ese centro, que no existe, para su recuperación y posterior adopción. Eso dice la ley de Protección Animal”, expuso.
Y subrayó: “Cartagena es líder en maltrato animal y el alcalde William Dau no ha hecho absolutamente nada, es definitivamente una falta de voluntad política. La Umata debería participar en ese rescate pero no tienen presupuesto. Es un círculo vicioso sin salida, doloroso y desgarrador. Ojalá la Policía lo rescate e involucrar a la Fiscalía porque si este maltrato deriva en muerte del perro, eso tiene cárcel”.
Según Juan Carlos Cárcamo, abogado defensor de derechos de los animales, el maltrato animal y la violencia contra ellos están tipificados como delitos de hasta 3 años de prisión y multas de hasta 60 salarios mínimos mensuales.
Según el artículo 46a de la ley 1774 de 2016 que se titula aprehensión material preventiva - retención preventiva, la Policía Nacional y las autoridades policivas competentes, al tener conocimiento o indicio de la realización de conductas que constituyan maltrato contra un animal, o que de manera vulneren su bienestar físico, podrán aprehender preventivamente en forma inmediata y sin que medie orden judicial o administrativa previa, a cualquier animal. Toda denuncia deberá ser atendida como máxima en las siguientes veinticuatro horas.
Cuando se entregue en custodia el animal doméstico a las entidades de protección animal, en este caso la UMATA, el responsable, cuidador o tenedor estará en la obligación de garantizar los gastos de manutención y alimentación del animal sin perjuicio de las obligaciones legales que le corresponden a los entes territoriales.
En caso de no cancelarse las expensas respectivas dentro de una plazo de quince (15) días calendario, la entidad de protección podrá disponer definitivamente para entregar en adopción el animal.
Estos animales son seres sintientes según la ley 1774 de 2006, donde está estipulado el respeto de sus condiciones de vida, cuidado y bienestar como animales de compañía.
