Caminar o bañarse en las playas de la ciudad siempre ha sido un buen plan, donde lo primordial es disfrutar del sol, la arena y el sonido del mar. Pero, desde hace cuatro meses, cuando las playas tuvieron que ser cerradas por la pandemia del coronavirus, los carperos y vendedores de comidas de estas zonas de la ciudad, principalmente en Bocagrande y El Laguito, dejaron sus implementos de trabajo en estos lugares, ocupando el espacio público.
Según denunciaron habitantes de Bocagrande, Castillogrande y El Laguito (Bocala), la mayoría están en mal estado, lo que da una mala imagen a las playas, más ahora que se está pensando en una reapertura, por lo que han estado luchando para que la administración logre desocupar estos espacios públicos que han sido invadidos.
Sin embargo, a la fecha esto no ha sido posible, según aseguró Luis Negrete, alcalde Local 1, porque “aún no han habilitado en el sistema la actualización del proyecto de espacio público, el cual es la herramienta que tenemos las tres alcaldías para poder solicitar recursos para poder llevar a cabo estas acciones de restitución del espacio público en las zonas de bajamar”.
Antes de la pandemia, veíamos cómo los vendedores ofrecían sus servicios a todo aquel que llegara a esta zona de la ciudad a coger un poco de sol o relajarse, pero al tener que cerrar estos balnearios, quedaron los quioscos, tendales, carpas, sillas y demás mobiliario utilizado por estos vendedores, lo que “afecta visualmente la playa”, debido a que muchos están en muy pésimas condiciones.
“Desde hace cuatro meses que cerraron las playas hemos visto como en la zona hay sillas plásticas, mesas, paraguas, quioscos y demás objetos en mal estado y totalmente descuidados y abandonados, lo que hace que se vea mal en esta zona de las playas, además que si se está pensando en reabrir las playas, deben primero desocupar este espacio para que se pueda cumplir con todos los protocolos que se han hablado”, explicó una residente de Bocala.
La comunidad también asegura que en la arena hay una suciedad extrema, donde se ven tapas de cerveza, gaseosa, plástico y además, en El Laguito, según denuncian, se han construido al menos 30 tenderetes de distintos materiales, en donde pernoctan y permanecen también durante el día varias personas.
“Ninguna de las construcciones, con excepción del quiosco del hotel Caribe, tiene ni concesión, ni permiso de ocupación temporal. Dicho de otro modo, son todas construcciones ilegales. Por otra parte, lavan la ropa que utilizan en mar y la tienden o bien en cuerdas en la playa o en espolones a la vista de todos”, asegura el comité de playas de Bocala.
Ante esto, el comité de playas conformó un chat con la Gerencia de Espacio Público, el inspector de Policía, representantes de la Dimar y el alcalde de la Localidad 1, con los cuales han tenido al menos 4 reuniones para procurar avanzar en el tema, pero hasta ahora, al parecer no se han dado resultados.
Según conoció El Universal, ya han estado trabajando en una mesa técnica para, a través de procesos policivos, recuperar esos espacios de bienes de uso público de la Nación y retirar todo ese inmobiliario de manera concertada con los propietarios, que en este caso son los carperos u operadores de playa.
El alcalde local explicó que ha estado realizando recorridos por las zonas de bajamar, verificando los predios que han sido invadidos para tratar la restitución de las zonas, como le corresponde, y se ha reunido con la comunidad para explicar la situación, pero asegura que sin recursos no puede hacer nada, pues todo debe hacerse de acuerdo a la ley.
“Sí, la comunidad tiene la razón, las playas están descuidadas, hay un número indeterminado de cajas de cervezas, sillas viejas y demás objetos abandonados en las playas. Ya se tienen varios procesos verbales, los cuales ya tienen un proceso en curso debido a esas ocupaciones ilegales y les estamos dando trámites, pero nosotros no hemos podido hacer las restituciones de algunas invasiones u ocupaciones ilegales porque en estos momentos no tenemos el presupuesto”, aseguró el alcalde local.
Negrete además enfatizó en que “estamos esperando que se apruebe el proyecto de espacio público, donde nosotros como alcaldía solicitamos un CDP, en el cual se construyen las herramientas y se contrata al personal, a los brigadistas, y todo el andamiaje que se necesita para hacer estas restituciones, pues sin personal de trabajo, contrato y vinculado jurídicamente, no podemos ir a allá (las playas) y hacer esa restitución, por eso necesitamos los recursos”.
Esto quiere decir que para desocupar estos espacios, la Alcaldía Local debe hacer todo de acuerdo a la ley, respetando principalmente los derechos fundamentales del debido proceso, para que pueda ser un procedimiento efectivo de restitución de esas ocupaciones ilegales.
El secretario del Interior, David Múnera, indicó que “todavía la administración no ha tomado la decisión de la apertura de playas, se está mirando todo lo que tiene que ver con la situación de Cartagena, con el COVID, contagio y demás, para tomar una decisión, sin embargo, se han venido haciendo reuniones con los sectores formales e informales, para todo lo relacionado con la apertura del turismo y obviamente de playa, donde se ha hablado de cómo sería una posible reapertura”.
Múnera además añadió que “el distrito no se ha quedado quieto, la administración ha estado conversando y lo seguirá haciendo, y estamos seguros de que cuando se tome la decisión de apertura se tomarán otras acciones más que permitan que las playas puedan estar en condiciones óptimas”.
