Una familia cartagenera está viviendo una “pesadilla universitaria” porque luego de muchos años de estudio y sacrificio una de sus miembros no ha podido recibir su título profesional por un error que cometió en 2019 y la persigue hasta el día de hoy.
“Ya no sabemos qué más hacer, lo hemos intentado todo”. Con estas palabras, cargadas de angustia, Luis De Ávila, hermano de la afectada, resume la lucha que han librado para conseguir que la Corporación Universitaria Rafael Núñez resuelva la situación académica de Olga Patricia De Ávila Marimón.
Según narra, él y su padre han agotado todos los recursos para que la universidad le dé trámite a un grado que lleva congelado más de 2 años por decisión unilateral del centro educativo.
¿Por qué la institución tomó esta decisión en el 2019 y qué puede pasar ahora? El Universal conversó con la familia de la mujer implicada y con la universidad.
Fernando De Ávila, padre de la joven de 28 años, contó cómo inició el problema: “En el 2019 la universidad le dio un paz y salvo con la fecha del grado. Como ella estaba buscando plaza para hacer el rural fue a la Secretaría de Salud y allá se encontró con una mujer que le ofreció un método para ser exonerada del rural o uno para conseguir una plaza cercana”.
La funcionaria, según el relato del hombre, le dijo a su hija que para exonerarla le debía pagar $4 millones y por conseguirle una plaza cerca a su ciudad cobraba $2 millones. “Olga le abonó $200 mil y le entregó el paz y salvo de la universidad”, añade.
Fernando asegura que la universidad se comunicó con la joven 15 días después y le comunicó que la fecha de grado que aparecía en el documento que la Secretaría de Salud había enviado estaba errada, que “el documento era falso”.
Familiar de Olga De Ávila Marimón.
De acuerdo con el relato de Fernando, la funcionaria “por querer ganarse la platica cambió la fecha para que Olga pudiera entrar en la convocatoria”.
Proceso disciplinario
La Corporación Universitaria Rafael Núñez mediante la resolución del 1 de noviembre de 2019 resolvió la sanción que le aplicaría a Olga De Ávila al señalarla “partícipe de la conducta disciplinaria ilegal, de carácter grave o gravísima”, contemplada en el reglamento estudiantil, capítulo X, artículos 135 y 124.
En la resolución, la universidad “en uso de sus facultades estatutarias” suspendió el derecho de graduarse a De Ávila Marimón hasta por dos años.
“Ya el tiempo pasó, ahora la universidad tiene que graduarla y no quiere”, enfatizó Luis, seguro de que a su hermana le están violando los derechos. “No estamos pidiendo algo ilógico, es un derecho que ella tiene”.
El hombre aseguró que interpusieron una tutela y un juez les dio la razón, pero la apelación que presentó la universidad tumbó la primera decisión. “Ellos (la universidad) quieren devolverle los papeles, pero nosotros queremos que la gradúen ya”.
La universidad respondió
Mediante un comunicado, la Corporación Universitaria se refirió al caso de Olga y señaló que la sanción impuesta en el 2019 se debió a su “actuar indebido”. “La señora De Ávila intentó beneficiarse del uso de un documento fraudulento, razón por la cual fue, luego de una investigación disciplinaria y con las garantías del debido proceso y derecho de defensa y contradicción, sancionada disciplinariamente con la suspensión por dos años de la institución y la pérdida de la calidad de estudiante”.
La universidad, además, manifestó que “en 2022, la señora solicitó un reingreso al programa de Enfermería, después de haberse cumplido el término de la suspensión, y fue rechazada dentro de las facultades discrecionales de la institución, acorde al Reglamento Estudiantil, porque la solicitante no refleja los valores esperados por los estudiantes y profesionales de la Institución”.
El hermano de Olga aseguró que lo que ellos quieren no es reintegro, “porque ella ya terminó académicamente. Lo que pedimos es que la gradúen”.
La situación de Olga aún no se resuelve y, al parecer, falta mucho para que así sea. Su familia está desesperada y pretende que la universidad pronto le otorgue el título de enfermera a la joven. La institución, por su lado, aseguró que actuará conforme lo que determine el juez que tiene en trámite una tutela.