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Un muro agrietado tiene en riesgo a los abuelitos del Refugio La Milagrosa

La directora de este tradicional refugio, ubicado en el barrio Zaragocilla, solicita ayuda para tumbar y reconstruir la pared, pues de caerse los dejaría desprotegidos.

Las religiosas que durante los últimos años han velado por el funcionamiento del tradicional Refugio La Milagrosa, hoy hacen un llamado desesperado a las personas de buen corazón que quieran y puedan ayudarles a eliminar un riesgo en la infraestructura del asilo.

Allí, una extensa pared está a punto de irse abajo y dejar desamparadas no solo a las integrantes de esta congregación denominada Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, sino también a los 49 adultos mayores vulnerables que viven en el lugar.

El asilo se encuentra detrás del Hospital Universitario del Caribe, en la calle 24, muy cerca de donde funcionaba el Hospital San Pablo y antes de la subida hacia el Mirador de Zaragocilla.

“Tenemos un muro que da a la calle y está en muy malas condiciones. Hay que arreglarlo porque si se cae puede afectar al pabellón de los abuelitos hombres y quedaríamos literalmente en la calle porque esa es la pared que nos divide del exterior. Solicitamos ayuda con esta labor, ya sea con materiales de construcción o mano de obra, estamos en emergencia y para nosotros es muy difícil resolverlo por cuenta propia”, expresó Sor Maryen Amaya Pinto, directora de La Milagrosa.

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Y es que la situación económica en el asilo es complicada, ya que de los casi 50 abuelitos internados, solo seis cuentan con familias que hacen aportes monetarios. Al resto se les sostiene gracias a personas voluntarias, comunidad religiosa y vecinos que nunca han dejado de ampararlos. Para las religiosas, el 2022 ha sido un año muy difícil.

20
ayudantes hay aproximadamente en el asilo, distribuidos en oficios varios, cocina, etc.

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“La Alcaldía no nos ha apoyado este año pero ya nos prometió que sí van a darnos la mano, estamos adelantando los papeles para que se puedan lograr las ayudas en materia de alimentación y otros gastos. En mayo, gracias a una publicación en El Universal recibimos importantes donaciones de la ciudadanía y aún conservamos una reserva de eso, tenemos mucho agradecimiento, pero ahora nos preocupa mucho ese muro que está que se nos cae”, finalizó la directora.

Las personas, entidades o empresas interesadas en apoyar la causa, pueden comunicarse al asilo al número 3158936405 o al teléfono fijo 6699809.

Más de 60 años
El Refugio La Milagrosa no nació como asilo sino como un centro de atención para enfermos de tuberculosis hace más de 60 años. Las hermanas trabajaban en el hospital San Pablo. Décadas después, en el 2007, se convirtió en asilo para adultos mayores abandonados.

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