Cartagena ha sido epicentro de algunas de las bodas más importantes del país, y para constatarlo solo hay que recordar el día en que el piloto colombiano Juan Pablo Montoya y su novia Connie Freydell dieron el “Sí, acepto” en el ‘Corralito de Piedra’. La ceremonia religiosa fue celebrada en la iglesia de Santo Toribio, una construcción del siglo XVIII ubicada en el casco antiguo de la ciudad.
Al igual que este deportista, políticos, artistas y grandes empresarios han elegido a Cartagena para sus bodas. Pero aunque el matrimonio de grandes personalidades son las que se roban mayoritariamente los focos, lo cierto es que cada fin de semana se realizan varios eventos de este tipo en la ciudad.
Según señalan algunos expertos en bodas, el principal motivo de que Cartagena crezca en este mercado es la belleza de su Centro Histórico, enmarcado en el Mar Caribe. Glenda Soto, wedding planner y gerente de Glenda Soto Bodas y Eventos, comenta que “todas las personas que han celebrado su boda en la ciudad es porque alguna vez la visitaron y soñaron su boda aquí. Aparte, Cartagena de Indias es un lugar que enamora e invita al amor”.
En este momento la ciudad se encuentra en una posición muy privilegiada en el mercado de las ‘bodas destino’ y de lunas de miel, ya que ha recibido diferentes reconocimientos a nivel nacional e internacional por los excelentes servicios que se ofrecen en el tema de la planificación y ejecución de este tipo de eventos.
Una encuesta realizada por ProColombia en el año 2016 a weddings planners de Cartagena arrojó que los extranjeros que llegan a contraer matrimonio provienen, en su mayoría, de Estados Unidos, México, Brasil, Canadá, Reino Unido, Argentina y Chile. “En estas bodas uno de los novios por lo general es colombiano” asegura Soto.
Otro de los datos que mostró la encuesta es que la estancia mínima de la pareja y de los invitados en el país es de cuatro días, cifra que corroboró Soto y agregó que “ya aquí no solo se habla de la ciudad sino de todo el país porque las personas se interesan por conocer las atracciones turísticas y de interés de todo Colombia. La estancia mínima son 4 días, pero hay parejas que han demorado hasta un mes y nosotros le hacemos acompañamiento”.
“El sector de bodas no solo beneficia a los que organizamos el evento, ya que las personas que se casan necesitan de otros servicios como lo son hoteles, centros comerciales, salones de bellezas, restaurantes y discotecas. Incluso los vendedores ambulantes se ven beneficiados. Esta es una industria que hay que cuidar y mantener” dice Soto.
En este momento hay organizaciones como Cámara de Comercio, ProColombia, Fenalco Convention Bureau y Cotelco, que se han dado cuenta del potencial de esta industria y reúnen sus esfuerzos para promocionar esta importante industria a nivel nacional e internacional, debido a que se ha convertido en un importante generador de ingresos para Cartagena.
