En los últimos meses se han conocido varios videos que dejan en evidencia una preocupante situación que se repite en diversos colegios de Cartagena: las riñas entre estudiantes.
Esto preocupa a docentes, directivos, padres de familia, comunidad y por supuesto a los mismos estudiantes, cuyas vidas corren riesgo al quedar expuestos en medio de estas peleas.
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Es por este motivo que los actores competentes están ejecutando acciones con el fin de erradicar estas conductas que se creían superadas, pero que volvieron con el retorno a la presencialidad tras dos años de clases virtuales.
“Las causas son muchas, generalmente son problemas que vienen desde los barrios por las llamadas fronteras invisibles y se materializan en las instituciones educativas”, explicó Miguel Pérez Márquez, presidente del Sindicato de Directivos Docentes de Cartagena y Bolívar y rector de la Institución Nuestra Señora del Carmen.
Pérez Márquez asegura que el encierro de la pandemia también pudo incidir en que los estudiantes regresaran al colegio con emociones reprimidas, razón por la cual, en muchas escuelas donde nunca se habían presentado este tipo de situaciones, ahora están ocurriendo riñas.
“En el caso particular, tengo cinco años como rector de la Institución Educativa Nuestra Señora del Carmen, y esta problemática ya la habíamos erradicado en un altísimo porcentaje, pero ahora después de la pandemia retornaron estas conductas”, expresó el rector.
Por ello se han hecho llamados a la Secretaría de Educación con el fin de fortalecer los equipos psicosociales de los colegios y poder atender las causas que provocan que los estudiantes tengan este tipo de comportamientos violentos.
“Hemos realizado charlas, hemos tenido contacto con la Policía de Infancia y Adolescencia, que también nos ha venido apoyando; con la Unidad Local Administrativa de Educación (Unalde) de La Virgen y Turística, los líderes del barrio, el ICBF, la Personería, todos estamos preocupados y estamos realizando mesas de trabajo con los estudiantes y hablando con los padres de familia para ver cómo logramos tener unas escuelas que realmente sean territorios de paz”, indicó Pérez Márquez.
Con relación a las medidas correctivas que les aplican a los estudiantes que participan en estos hechos, indicó que más allá de las suspensiones, buscan ayudarlos para que mejoren sus conductas.
“De ninguna manera buscamos cancelarles la matrícula, porque son muchas las causas. Hay muchos hogares con familias disfuncionales, eso también incide. La falta de oportunidades de los padres o la falta de sustento alimentario, son muchas las razones. Nosotros como escuela no nos dedicamos a expulsar estudiantes, sino a tratar de mantenerlos en el sistema educativo”, aseguró.
Eilyn Medina, profesional especializada en Proyectos Transversales y Convivencia en Calidad Educativa de la Secretaría de Educación, aseguró que desde la institucionalidad están asistiendo a las reuniones en los colegios y conociendo las situaciones reportadas por las Unaldes en torno a este tema.
“A partir de esto se hizo una coordinación con la Secretaría del Interior, la cual está desplegando acompañamiento a las instituciones educativas. Estos operativos constan de unas actividades que se realizan tanto en el interior como al exterior de las instituciones”, manifestó Medina.
La Ley 1620 de 2013, que creó el Sistema Nacional de Convivencia Escolar, también expresa que esta responsabilidad no solo recae sobre las secretarías de educación, sino sobre otros actores, que también han venido apoyando en este tema.
“En conjunto con la Secretaría del Interior se están analizando esos factores que están interviniendo en esta situación y los colegios están construyendo unos planes de acompañamiento psicosocial para manejar el control de las emociones en los estudiantes”, explicó Medina.
Desde la Secretaría de Educación enviaron un mensaje, primeramente a los padres de familia, con el fin de que acompañen a sus hijos.
“Hemos encontrado que hay algunos roces entre jóvenes en los barrios, lo que hace que hayan enfrentamientos al salir de los salones. Ahí toca que el padre de familia esté atento”, indicó Medina.
Por otra parte, invitaron a los rectores a continuar con la formación de las competencias socioemocionales y ciudadanas de los estudiantes.
“En estos momentos lo más importante para los jóvenes es llegar a esa estabilidad emocional que les permita formarse integralmente. Eso es lo que nosotros esperamos, que además de tener los conocimientos para ingresar a la educación superior, entreguemos a la sociedad unos jóvenes íntegros y buenos ciudadanos”, puntualizó.
Pérez Márquez también hizo un llamado a padres de familia y estudiantes. “A los padres de familia, concretamente, que dialoguen mucho más con sus hijos, que les den consejos sobre la importancia de la vida, de mantener la armonía, del respeto y de brindar amor a los demás. Y a los estudiantes, que sean mucho más tolerantes ante las situaciones que se puedan presentar, con las contradicciones que puedan tener con amigos o compañeros y sobre todo, tratar de entender a los demás”, concluyó.
Con estas acciones, y sobre todo manteniendo el acompañamiento y el diálogo abierto con los estudiantes, las diferentes comunidades educativas esperan que los colegios vuelvan a ser territorios de paz y dejen de ser escenarios para la violencia.
