La importancia que reviste el Centro Histórico para Cartagena, riñe con ciertas falencias que permanecen en esa zona, considerada el corazón turístico de la ciudad.
Desde el inicio de la actual administración distrital se habló de la necesidad de crear una figura administrativa con la que las problemáticas del Centro Histórico fuesen atendidas de forma integral y no aislada, como se ha venido haciendo a través de las distintas secretarías y dependencias del Distrito.
Aunque se alcanzó a decir que en diciembre de 2016 la gerencia del Centro Histórico estaría operando, solo hasta hace un mes la iniciativa se concretó, poniendo al frente a Ximena Avilán Díaz, una diseñadora gráfica, especialista en Gerencia de Diseño y además en Conservación y Restauración del Patrimonio Arquitectónico. Este nuevo cargo ha generado múltiples expectativas en la ciudad, precisamente por las necesidades que tiene el Centro en materia de movilidad, infraestructura, drenajes, espacio público, patrimonio, entre otros aspectos.
La funcionaria explicó a El Universal que la gerencia del Centro Histórico no es una nueva secretaría, sino una asesoría de despacho, y en ese sentido se articulará con las dependencias del Distrito que tengan incidencia en las situaciones del Centro e incluso con actores privados que puedan vincularse a proyectos a desarrollar.
“El alcalde (e) Sergio Londoño tiene varios asesores de despacho y a esta asesoría le dan la función de gerenciar el Centro Histórico. Aunque existen varias secretarías que tienen incidencia en el Centro Histórico, se necesita un apoyo que gestione proyectos y sea transversal a todas. A veces falta comunicación entre las secretarías y no se proyectan soluciones a largo plazo, sino puntuales por la premura de resolver. La idea de esta gerencia es que se proyecten soluciones sostenibles”, afirma Ximena Avilán.
Control a inundaciones
Dentro del plan que la gerente ha confeccionado para comenzar a solucionar los problemas del Centro, destacan varios proyectos prioritarios de infraestructura y gestión. De estos hay uno que, de acuerdo a lo expresado por la funcionaria, se concretaría en noviembre y sería la primera acción visible de la nueva gerencia. Con este proyecto se pretende mitigar el permanente problema de inundaciones del Centro en preparación para la venidera temporada de lluvias.
“El Camellón de Los Mártires, la Plaza de Los Coches, la Calle del Tablón, Santa Teresa y Puerto Duro, se convierten en una isla cada vez que llueve. Y aunque existen elementos instalados para controlar esas situaciones, no están funcionando. Es el caso de la Plaza de la Aduana y el Parque del Centenario que cuentan con unas bombas (para el drenaje) desde 2011, pero nunca hubo quién las administrara, no se usaron, no se les hizo mantenimiento y se dañaron”.
El propósito, entonces, es interconectar estos sistemas ya creados y ponerlos en funcionamiento. “Por ejemplo, la Plaza de Los Coches hay que conectarla para evitar que se inunden la Calle de las Carretas y la Primera y Segunda de Badillo. En la esquina del Centenario también hay unas bombas que tampoco están funcionando. Hay que hacer una obra mínima para interconectar el drenaje hacia la bahía (…) Para este proyecto se contratará un operador para que esté a cargo del sistema de drenajes en el Centro, mientras comienza a funcionar el Plan Maestro de Drenajes Pluviales de la ciudad, que va integrado al Centro. Haciendo esto se soluciona la inundación de medio Centro”, apunta.
Centro Cultural
El fortalecimiento de la cultura local también está dentro de las prioridades. “Estamos organizando un proyecto para convertir al Centro Histórico en el Gran Centro Cultural, donde se integren los diferentes centros culturales ya establecidos, conectados por corredores culturales que generen espacios para los artistas de la calle (‘estatuas humanas’, músicos, bailarines, entre otros).
“El planteamiento es que con un citypass (una tarjeta con entradas en descuento para sitios turísticos en una misma ciudad) la gente tenga acceso a los espacios culturales cerrados (Museo del Oro, Palacio de la Inquisición, Museo de Arte Moderno, entre otros) para con esos recursos garantizar su sostenimiento y se generen condiciones laborales dignas, como seguridad social, para los artistas de la calle. El Centro es uno de los principales motores de desarrollo de Cartagena, por lo que debe irrigar la riqueza hacia el resto de la ciudad. Este es el fin último del proyecto”.
En cuanto a los vendedores de comida típica, que realizan su oficio de manera ambulante en el Centro, se pensó en ubicarlos a todos en un mismo espacio que llevará por nombre Mercado de Santa Catalina. “Para este proyecto ya hay una financiación garantizada de parte de un donante privado. El mercado se construirá en donde están los antiguos Cines Capitol y acogerá a más de 60 vendedores de comida”, promete Ximena Avilán.
Parqueaderos disuasorios
En cuanto a movilidad, la gerencia también proyecta la creación de parqueaderos disuasorios, situados en la periferia, con el fin de alentar a los conductores a parquear su vehículo allí y acceder al Centro Histórico mediante el transporte público. Estos estarían en Chambacú y La Marina, para que desde esos puntos los conductores se trasladen al Centro en carros eléctricos que se ofrecerán o a través de Transcaribe.