El Club de Pesca implementó, como uno de los compromisos en aras de resarcir el error de la polémica obra en el Fuerte San Sebastián del Pastelillo, un control especializado sobre la fortificación.
No se había registrado un inconveniente similar en las más de siete décadas de existencia de la delegación que por disposición de la Ley 30 de 1943 se le confirió al Club de Pesca de Cartagena, pero la situación motivó a instaurar un nuevo cargo en la empresa: Ximena Avilán Díaz es la nueva directora de gestión del fuerte. (Lea aquí: ¿No hay control? Pintan fachada del Fuerte de San Sebastián del Pastelillo)
Hizo parte en 2009 de la firma que restauró la fortificación, además, estuvo en la coordinación del proceso de redacción del Plan Especial de Manejo y Protección del Fuerte. Ahora, con su vinculación, su principal función es aportar con sus conocimientos profesionales y experiencia a la coordinación de restauraciones y la reformulación de procesos que se vienen en el club, en torno al manejo del recinto histórico.
“A raíz de lo sucedido, habrá una persona especialista en preservación del patrimonio para evitar que una situación como la vivida vuelva a suceder. Fortaleciendo relaciones con Mincultura, IPCC y todas las autoridades”, indicó Avilán.
Hubo muchas versiones, en medio de la polémica, que afirmaron que el Ministerio ya estaba alarmado por el mal manejo del fuerte. Sin embargo, las directivas del Club de Pesca hicieron hincapié en que los únicos procesos de inspección y permisos se relacionaron con trabajos y ampliaciones de la marina, la cual no hace parte del Pastelillo.
“Ya este es un proceso de jurisdicción con la Dirección Marítima de Cartagena (Dimar), en el que siempre estuvimos abiertos a los conceptos técnicos y comprensibles del Mincultura y la zona de influencia entre la plataforma y la muralla”, señaló la portavoz del club.
Según el club, el arquitecto que estuvo al frente de las obras de restauración en el 2009, Alberto Samudio, no tuvo nada que ver con la ejecución de la reciente obra. (Le puede interesar: “Obras en el Pastelillo sí afectan el patrimonio cultural”: Mincultura)
“Samudio asesoró y proporcionó las instrucciones de técnicas y materiales adecuados para el mantenimiento. Luego del fallo del actual contratista, ahora viene el trabajo de recuperación, previa autorización y concepto técnico de las autoridades, y es ahí cuando Samudio estará al frente”, puntualizó Avilán.
Algunas de las voces que han seguido la controversia, cercanas al gremio de la restauración y la protección del patrimonio histórico han criticado el nombramiento de Avilán. Aducen que no tiene ni el perfil académico ni la experiencia laboral para tomar las riendas de un asunto tan espinoso.
“Mi hoja de vida es pública. Si bien es cierto que soy diseñadora gráfica, tengo una especialización en conservación y restauración del patrimonio arquitectónico. He coordinado obras en otros países, y fui, por muchos años, gerente del Centro Histórico de Cartagena”, dijo.
Club de Pesca.
Las directivas del club afirmaron que nunca lo creyeron necesario e importante. Los esfuerzos y la voluntad desde el principio de la crisis fue la de aunar esfuerzos en el control del problema y aportar todo lo necesario para la recuperación como compromiso con la ciudad y el país.
“No creemos que deba ser un punto de discusión o que sea necesario avivar aún más la polémica. Lo que aseguramos es que con la dirección y gestión del Pastelillo, todos los procesos, intervenciones y contratos se controlarán para que no vuelva a ocurrir algo por el estilo”, afirmó la directora.
Muchos cartageneros expresaron en las redes sociales que, al visitar el fuerte en Manga, se sienten en terreno ajeno, vigilados. Que si no son consumidores del restaurante o propietarios de un yate no pueden recorrer tranquilamente la explanada del pastel amurallado.
Desde el Club de Pesca expresaron que es una percepción errónea. “Es solo venir una tarde para ver cómo se pasean mascotas, la gente le toma fotos al atardecer y varias parejas expresan su amor en las troneras. Somos el único fuerte de la ciudad con vigilancia veinticuatro horas que está para cuidar y no para prohibir ningún tipo de acceso”.
Una de las banderas de Ximena Avilán, como gerente del Centro Histórico, fue la apertura cultural a los locales del casco amurallado.
“Se realizaron eventos gratuitos y eventos para que el Centro fuese para los cartageneros. Rescatando el sentido de pertenencia. Esa misma premisa, dicha apertura social, será una de las aristas que se implementarán para mejorar la imagen y disipar el ruido, que en muchos casos se relacionó con la desinformación y el desconocimiento legal y técnico”.
“¡Son unos animales!”, así llamó un usuario en redes sociales a los responsables de la obra. Para el Club de Pesca el desafortunado suceso, que no debió ocurrir, a la larga despertó la indignación, pero también la movilización de las personas por la conservación de su patrimonio. “Así deberíamos salir todos a pelear por los problemas de nuestra ciudad, y en respuesta a ese clamor está nuestro compromiso”, dijo Avilán.
Avilán le confirmó a El Universal que la resina plástica aplicada, y que será retirada, está sobre una ligera capa de enlucido, y no sobre la piedra: un revestimiento sobre el pañete que protege a la roca de la erosión, los hongos como la costra negra y el azote de la humedad. “Cuando se recupere y se entregue el fuerte en su condición ideal, la gente podrá constatar cómo tiene que quedar la muralla pañetada como se ve en los baluartes de Getsemaní y la entrada amurallada cerca a La Serrezuela”, expuso.
El alcalde de Cartagena, William Dau, envió una carta al Mincultura pidiendo la finalización del comodato y que el Pastelillo pase a control estatal, para que sea la Escuela Taller, entidad gestora del patrimonio, la que proteja al fuerte. El Universal consultó la posición del club, pero se aferraron a tomar distancia de todo tipo de controversia. (Le puede interesar: Dau pide a Mincultura que el Club de Pesca ya no administre el Pastelillo)
“No queremos polemizar con la primera autoridad, lo más importante es focalizar toda la atención a la conservación del fuerte”, indicaron.
Por otro lado, en torno a rumores de boicoteos y artimañas de individuos con intereses y oposiciones a la gestión del Club de Pesca, aprovechando la oportunidad para aumentar el eco, Ximena Avilán precisó que “nunca hemos sopesado eso, preferimos concentrarnos en lo importante”.
“No deben repetirse inconvenientes como este. Es tal el compromiso y la voluntad que, en la mesa de trabajo con Mincultura, nos indicaron un límite para radicar los permisos. Un día antes de la fecha acordada, solicitamos todo como muestra de voluntad para revertir el tema, y seguir nuestra labor de preservar el fuerte, sin contratiempos, como siempre se ha hecho”, expresó la directora de gestión del Pastelillo.
“El 29 de octubre. Es un compromiso”, dijo Avilán.
