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Quitaron los reductores y los dejaron frente al colegio en La Boquilla

En el corregimiento hay mucha preocupación entre los padres de familia de la sede San Felipe, ya que la vía principal es muy transitada y sus hijos quedarán expuestos al retomar las clases presenciales.

En febrero del año 2017 y luego de una larga lucha de los padres de familia, a la sede San Felipe de la Institución Educativa Técnica de La Boquilla le garantizaron la tranquilidad que tanto requería en materia de movilidad.

Esta sede, ubicada en la vía principal del corregimiento por donde transitan los buses de Vehitrans, taxis, carros particulares y motocicletas, fue intervenida ese año por el DATT, que instaló en el frente tres reductores de velocidad y pintó dos cebras que funcionaron de manera excelente eliminando cualquier riesgo.

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A partir de ese momento, desapareció la zozobra con la que vivían los padres de familia de los 230 niños que allí cursaban. Sin embargo, hoy esos reductores de velocidad no existen en la vía, pues fueron desmontados para darle paso a una rehabilitación de la malla vial y ahora están regados y tirados en el andén, recostados a la pared de la entrada principal del colegio.

El reconocido gestor cívico de La Boquilla, Benjamín Luna, denunció que han pasado más de seis meses y aún el reguero de material sigue en la zona, en vísperas del regreso a las clases presenciales.

“Con mucho esfuerzo la comunidad logró que se instalaran esos reductores, pero hace más de seis meses Transcaribe los retiró para pavimentar y arreglar la calle porque iba a empezar a operar con sus buses en La Boquilla. Sin embargo, el sistema no cumplió porque aún no tenemos ruta y la señalización no ha vuelto a ser colocada”, expresó Luna, agregando que “los padres de familia están muy preocupados debido a la alta velocidad con la que van los conductores, más ahora que se anunció el regreso a la actividad académica presencial”.

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En la zona además de la sede San Felipe también funciona una fundación y un hogar infantil.

“Entre Transcaribe y el DATT deben resolvernos esta situación, necesitamos que instalen nuevamente los reductores de velocidad y que pinten las cebras”, finalizó Luna.

Sin respuesta
Sobre la situación con este colegio de La Boquilla, este medio se comunicó con Transcaribe y con el DATT, entidades distritales señaladas por la comunidad, sin embargo, hasta el cierre de esta edición no habían entregado un pronunciamiento oficial.

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