El lote baldío contiguo al Megacolegio El Rosedal, ubicado a un costado de los famosos ‘cuatro cruces’ que unen a barrios como El Educador, La Consolata o María Cano, lleva varios años desprotegido y siendo usado como basurero por carretilleros y personas del común que echan allí escombros y toda clase de desechos.
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Sin embargo, todo parece indicar que esos perjuicios están a punto de llegar a su fin, luego de que se recibieran los primeros materiales de construcción para hacer un cerramiento.
La donación la hizo la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, en cabeza del subdirector Ariel Zambrano, que entregó 2.400 bloques vibrados y 170 metros de malla plástica color verde para que se iniciara la recuperación del predio.
En ese terreno, cuya área es cercana a los 7 mil metros cuadrados, se pretende construir a futuro la Casa de Justicia de la Localidad 3, así como diferentes oficinas para que funcionen programas como Familias en Acción, Sisben, organizaciones de mujeres, de víctimas, de jóvenes, y la Asociación de Juntas de Acción Comunal de la zona. Así mismo, el objetivo es que funcionen allí unidades productivas que permitan a las JAC reunir recursos en beneficio de sus comunidades.
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Alfonso Medina, delegado de la JAC del barrio Santander, agradeció este primer paso y espera que pronto, con un trabajo articulado entre el Distrito y entidades, el proyecto se haga realidad.
“Con el cerramiento controlaremos la contaminación, y de ahí en adelante toca seguir gestionando para que se construya el gran Centro Administrativo Empresarial y de Formación que tanto anhelamos, así como la Casa de Justicia. Para el cerramiento también necesitamos ayuda porque hay que contratar la mano de obra”, sostuvo Medina.
Desde la Oficina Asesora para la Atención del Riesgo del Distrito indicaron que esta dependencia no ejecuta obras civiles, por tanto se conversará con la Unidad Nacional para determinar de qué forma o a qué otra entidad le correspondería el cerramiento.
