La señora Nuris Pájaro Silgado se siente doblemente afligida, primero porque no cuenta con los recursos suficientes para brindarle todo lo que necesita su hija de 17 años que nació con parálisis cerebral, y segundo porque la asistencia médica domiciliaria que ella recibe está suspendida transitoriamente debido a que la zona donde vive no ofrece garantías de seguridad.
Ellas residen junto a otra hija de Nuris en el sector Ricaurte del barrio Olaya Herrera, en una humilde vivienda retirada de la vía principal, muy cerca de la ciénaga de la Virgen. (Lea: “Que le presten atención adecuada a mi hija”: madre de hija con parálisis)
Es por eso que en los últimos días Nuris ha gestionado ayuda ante la institución de salud que atiende a su hija y, principalmente ante el CAI de Policía de su sector para que le hagan acompañamiento a las enfermeras que van a su vivienda diariamente, pues hace una semana una de ellas fue atracada por delincuentes.
“La semana pasada robaron a una profesional de la salud que vino a prestarle ayuda a mi hija en una mototaxi, eso ocurrió a unas 10 casas de la mía, a los dos los agredieron. Nosotros estamos con un operador contratado por Coosalud y ellos dicen que en esas condiciones es muy difícil prestar atención en enfermería porque es una zona peligrosa, y los entiendo, pero, ¿cómo hago? No tengo maneras de comprar una casa en otro sector, yo lo que hago es vender dulces en una chaza en la terraza”, señaló la madre de familia.
Según explicó Nuris, su hija Lina Marcela Guerrero “nació con parálisis cerebral y síndrome convulsivo. Hace como tres años recibe la atención domiciliaria pero ya con esta son dos veces que atracan a una enfermera, necesitamos ayuda de la Policía del cuadrante porque de lo contrario mi hija estaría en riesgo. Ella necesita sus terapias físicas, ocupacionales y de fonoaudiología”.
A la pequeña Lina la visita diariamente una auxiliar de enfermería, mientras que la terapeuta va tres veces a la semana. Es por ello que Nuris, además de pedir el acompañamiento policial para la misión médica, también solicita al Distrito ayuda para una reubicación. (Lea: El Laguito: falta nuevo estudio para implementar la solución definitiva)
“Quiero que mi hija tenga una vivienda digna, que le hagan una reubicación porque ella merece que su atención sea óptima. Además, siempre que llueve nos anegamos, nos llenamos de agua hasta las rodillas y eso es perjudicial para ella. Solicito que nos den un techo seguro”, finalizó Nuris.
En un reporte enviado el 7 de febrero a Coosalud, el Centro Médico Buenos Aires informó las razones por las cuales suspendió el servicio domiciliario a la pequeña Lina.
“El domicilio de la paciente se encuentra ubicado en zona de alto riesgo social, encontrándose nuestra profesional el día de ayer, posterior a la atención del servicio de fonoaudiología, en una situación donde estuvo en riesgo su vida por hurto con arma de fuego, presentando contusión en mano y rodilla derecha, situación que se ha presentado en varias ocasiones, motivos por los cuales se suspenden los servicios teniendo en cuenta que no podemos colocar en riesgo la integridad y el desarrollo de las actividades laborales de nuestros profesionales. Solicitamos a ustedes como aseguradores la intervención en el caso para garantizar la prestación de estos servicios por parte de otra IPS”, manifestó el centro médico.
Al respecto, la EPS emitió un oficio al comandante de la Policía para que se garantice la seguridad del personal de salud en esa zona.
Por su parte, desde Corvivienda aseguraron que iban a analizar el caso para ver de qué forma pueden ayudar a la señora y a su hija, pues de momento no hay convocatorias para temas de vivienda de interés prioritarios.