Simón Rafael Cárdenas es residente de la calle 35 del barrio Torices y propietario de un apartamento en el edificio Aquarela. Su residencia queda en la misma calle de la cuestionada edificación, cuya construcción fue suspendida hace más de dos años por pleitos relacionados con la violación de espacio público y presunta afectación al patrimonio al estar ubicada a pocos metros del Castillo San Felipe de Barajas. (Lea: Aquarela: contratación de consultoría está en observación)
Simón le contó a El Universal que en medio de todo este pleito “el fantasma de la demolición” los persigue y que la parálisis de las obras ha traído consigo un sinfín de problemas para el sector. “¿Quién te va a comprar en estos momentos si está el fantasma de la demolición? Hay muchas preocupaciones por nuestro futuro porque no sabemos qué va a pasar con nuestros derechos. Desde el inicio del proyecto hubo falta de comunicación con la constructora y hasta el sol de hoy se mantiene. Parece que la estrategia de ellos -de la constructora- es dilatar y dilatar para ver qué ofertas tienen”, dijo Cárdenas.
“La construcción del proyecto nos afectó la tranquilidad a todos los vecinos. Por un tiempo hubo trasnochos, ruido, las casas todo el tiempo vibrando y para el colmo de los colmos ahora tenemos inseguridad porque ese sitio -lote del edificio- se ha convertido en un foco de inseguridad, pues los delincuentes se esconden allí”, dijo por su parte Miriam Piedrahíta, mujer que vive a dos casas de la torre Aquarela. (También le puede interesar: Al próximo gobierno le corresponderá demoler a Aquarela: MinCultura)
Reciba noticias de El Universal desde Google News Otro drama que viven los vecinos del proyecto de vivienda es que el sitio se ha convertido en un foco de insalubridad. “Le he escrito a la arquitecta del proyecto y le he hecho diferentes solicitudes. La gente defeca y orina en ese lugar. El olor se vuelve espantoso porque también han cogido los alrededores de Aquarela como basurero satélite”, indicó Édgar Ocampo, vecino de la zona. (Consulte además: Dau solicita acompañamiento internacional para demolición de Aquarela)
El presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) del sector Central de Torices, Marcos Tous, reiteró que es necesario que las autoridades definan el futuro de la edificación y el plan de acción que se implementará cuando se tome una decisión de fondo sobre Aquarela. “Hemos tenido afectaciones como terceros en este proceso. Inicialmente, para las lluvias pusieron unos tubos de desagües hacia la carrera 15, donde constantemente las casas se inundaban”, añadió Tous.
Marcos Tous, presidente JAC Torices
Los vecinos esperan que antes que se defina el método que utilizarán para la demolición de la edificación se socialicen las intervenciones. Denunciaron que muchas casas sufrieron fisuras mientras se desarrollaba el proyecto y nadie respondió por esos daños. “Esperamos que cuando finalice el proceso de selección de consultoría vengan a socializar con nosotros porque sentimos que nos han tenido abandonados”, concluyó Édgar Ocampo. Finalmente, el presidente de la JAC le solicitó al Distrito un consejo extraordinario de seguridad para definir acciones concretas que ayuden a disminuir el impacto de las problemáticas mencionadas.
Voceros de la constructora del proyecto multifamiliar Aquarela señalaron: “En la oficina central de Promotora Calle 47 SAS no han radicado solicitudes, quejas o derechos e petición al respecto. Estamos verificando con las oficinas en Cartagena”.
