En los últimos años, los conductores de Transcaribe han expresado su insatisfacción y frustración con las condiciones laborales en las que trabajan. Uno de los principales problemas que enfrentan es la falta de seguridad en el transporte público.
Muchos trabajadores han denunciado que son víctimas frecuentes de agresiones por parte de los pasajeros, y hasta de propietarios de vehículos particulares y motociclistas que cometen imprudencias. Todos estos problemas han llevado a una alta rotación de conductores en Transcaribe, lo que a su vez afecta negativamente la calidad del servicio de transporte que se ofrece a los ciudadanos de Cartagena. Lea también: Video: “Me voy”, conductor de Transcaribe deja tirado bus y pasajeros
El Universal obtuvo el relato de varios operarios del SITM, quienes expresan que la molestia de la ciudadanía por el mal servicio del sistema lo están pagando ellos, y que además no cuentan con garantías necesarias para ejercer su labor.

Carlos Ricaurte*, conductor del SITM, indicó que en reiteradas ocasiones han comunicado a Transambiental (una de las empresas operadoras del Sistema Integrado de Transporte Masivo y encargada de las vinculaciones laborales) que son víctimas de golpes, gritos y hasta amenazadas por parte de pasajeros y motociclistas que transitan en la vía.
En un incidente reciente se vio implicado Ricaurte. Asegura que a la altura del mercado de Bazurto, un motociclista se cruzó por la carretera, y tras cometer la imprudencia se generó un choque en el que se vio afectado el vehículo del infractor. La discusión se fue acalorando y el motociclista le apuntó con un arma.
“Hace aproximadamente dos meses tuve un altercado en la vía, se me habían atravesado dos motocicletas, un parrillero de una de las dos motocicletas me amenazó con arma de fuego. Afortunadamente no pasó a mayores, pero en estos casos, por más que uno ponga la denuncia, todo queda en el aire, uno no tiene garantías de seguridad”, contó Ricaurte a El Universal.
“Ante este tipo de situaciones, es normal que los pasajeros que tenemos se asusten, entonces es doble presión, porque no solo está el problema con la persona que cometió la imprudencia, sino también con los pasajeros que están alterados. Algunos son más razonables, a mi me dijeron que mejor dejara eso así, que me quedara callado para evitar que el problema se fuera a mayores, pero, ¿cómo quedarse inmóvil ante una situación en la que nos golpean hasta los vidrios y nos apuntan con un arma?”, se preguntó el afectado.


Conductor de Transcaribe.
Otro operador también expresó algunos puntos complejos durante su jornada. “Nosotros ahora mismo con la situación actual que tiene Transcaribe estamos de manos atadas. Hay carros que prácticamente no tienen arreglo y están fuera de servicio. Como salen menos carros la gente se aglomera, se aumentan los tiempos de espera y esto lo que ocasiona es que la gente se moleste. Si no nos dan los buses en buen estado ¿cómo vamos a prestar un buen servicio? ¿Cómo se enfrenta uno a los ataques de la gente con tantas falencias?”, indicó el operador.
Los conductores manifiestan haber reportado a la empresa estos casos en reiteradas ocasiones, pero no han obtenido soluciones o acompañamiento hasta el momento. Además, aseguran que la vigilancia solo está en las estaciones, pero que ellos se sienten desprotegidos.
Dejaron claro que las imprudencias son el diario vivir, no solo por los motorizados, sino también con los peatones imprudentes. El mayor dolor de cabeza se presenta a la altura del mercado de Bazurto y el Centro Histórico. Lea también: Video: ¡Qué peligro! Hombre se le cruza a bus de Transcaribe en pleno carril

El Universal contactó a Transcaribe para conseguir información sobre lo sucedido, pero hasta el momento no se ha obtenido una respuesta o informe oficial.
Una situación parecida el año pasado
Un caso similar se registró en julio de 2022, donde Harin Anaya Torres, exconductor del SITM, se sintió tan presionado por los gritos y ataques de los pasajeros que abandonó el vehículo. Transcaribe posteriormente emitió un comunicado en el que dio a conocer lo que pasó, lamentó la situación y anunció que “internamente, con el operador y el concesionario al que está adscrito, se adelantan las acciones a las que haya lugar por esta situación”. Días después, Anaya fue despedido por Transambiental.