A pesar de las circunstancias que rodean a Milagros de Dios Mercado Obregón, ella es una niña bendecida. Su padre contó que la menor de 10 años nació en condiciones normales, pero cuatro días después le dieron mercurio por error y desde ese entonces su salud se deterioró. (Lea: La niña que vende sus juguetes para que la operen )
“Después de ese error se le dañaron los órganos, la infección se le subió a la cabeza y le pronosticaron hidrocefalia. Mi hija no camina, no gatea, no se sienta, no come nada de granos, no ve y ya le han hecho once operaciones”, dijo Carlos Mercado Rodríguez, padre de la menor.
Este cuenta que Milagros nació en Magangué, pero un mes después fue trasladada a Cartagena para recibir atención médica. Sin embargo, todo este tiempo ha tenido que luchar para mantener a su niña con vida. (También le puede interesar: Donaron cama y silla de ruedas a discapacitado en Calamar, Bolívar)
“La mamá de la niña a los cinco meses de estar en UCI me la dejó. Desde ahí me ha tocado lidiar con mi hija. Prácticamente mi vida es ella, porque no le recibe comida a nadie, solo a mí”, contó Carlos.
Reciba noticias de El Universal desde Google News En el diario vivir del hombre está visitar a quienes lo han apoyado durante todo este tiempo. Considera que no va de casa en casa a pedir, sino que tiene “angelitos mandados por Dios” que le brinda alimentación y estadía.
“He vivido en Puerto Bello, La Boquilla, La Esperanza, El Pozón y Nuevo Paraíso (...) Cuando uno no tiene la escoba empieza a barrer bien, pero después empieza a molestar. Actualmente vivo donde una señora que me brindó un techo aquí en Puerto Bello”, contó.
Milagros de Jesús también tiene vejez prematura. Su padre tiene que desplazarse con ella en un coche ortopédico que ya le quedó pequeño. “Ella pesa mucho, pero con todas las dificultades me toca seguir luchando porque ella es lo único que tengo en este país”, agregó el padre de Milagros.
Carlos nació en Caracas (Venezuela), pero hace once años se vino a vivir a Colombia en busca de nuevas experiencias. La vida le regaló a Milagros de Dios y por ella es que lucha día a día. “Mi familia antes me mandaba dinero, pero como están las cosas por allá (Venezuela), no pueden hacerlo”, concluyó.
Este hombre día a día tiene que luchar para alimentar a la niña, que demuestra en su sonrisa lo mucho que lo ama. Carlos cuenta que la alimenta con líquidos y comida licuada. Todos los días le tiene que poner paños desechables y no tiene mucha ropa. Las personas que quieran ayudar pueden comunicarse al: 3167555636.
