Con una infección en la cabeza, la cual tenía llena de granos y de caspa, y le había causado la caída del cabello “por pedazos”, la Policía rescató a un niño de ocho años de la mendicidad en el Centro Histórico.
Era su propia madre quien lo ponía a pedir dinero a los extranjeros que frecuentaban este sector turístico en 2020. Hasta que un ciudadano denunció el abuso, la explotación, el maltrato. Lea aquí: Mendicidad infantil, un flagelo que se busca erradicar en Cartagena
“La Policía de Infancia apadrinó al niño al ver las condiciones deplorables en las que vivía, iniciando el proceso de garantía de sus derechos, dejándolo bajo protección de la Comisaría de Familia, realizando seguimiento a su estado de salud y brindándole apoyo con ciudadanos interesados, hasta que se recuperó por completo”, contó a El Universal la teniente Alejandra Toro, jefe del grupo de Protección a la Infancia y Adolescencia de la Policía Metropolitana de Cartagena.
Alejandra Toro, jefe del grupo de Protección a la Infancia y Adolescencia.
Agregó que, el día del rescate, “un señor que pasaba por el lugar se compadeció del niño y decidió pagarle un tratamiento médico para curarlo”.
Casos como el de este pequeño se quedan en la mente y en el corazón de los uniformados. Y no es el único que evidencia la triste realidad de la mendicidad infantil que se vive en varios sectores de Cartagena.
De la mendicidad a ser dejados bajo la protección de las Comisarías de Familia o del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) han pasado 43 niños, niñas y adolescentes en lo transcurrido de 2021. Lea: Rescatan a siete menores que ejercían mendicidad en Cartagena
“Es complejo, porque algunos padres dicen: “si pido dinero con el niño en brazos no está pidiendo él, estoy pidiendo yo”, pero igual los están usando y dejamos a los niños bajo protección de la autoridad competente para el restablecimiento de sus derechos, aunque en muchos casos se los devuelven. Alegan desempleo y es muy complejo”, dijo Toro.
Los menores de edad rescatados este año tienen desde 10 meses de nacidos hasta 16 años. Uno de los casos que más llamó la atención de las autoridades se registró durante el primer trimestre en el Centro Histórico. Siete personas fueron capturadas por exponer a 10 niños, niñas y adolescentes a ejercer la mendicidad.
¿Dónde?
El Grupo Protección a la Infancia y Adolescencia afirmó que el rescate de los 43 niños, niñas y adolescentes se logró en medio de actividades de vigilancia y control en Barrio Chino, Bocagrande, Bomba El Amparo, La Boquilla, Chambacú, San Fernando, Mercado de Bazurto, los alrededores de la Terminal de Transportes y, por supuesto, Centro Histórico, siendo estos los sitios identificados como de mayor afectación para la mendicidad infantil.
Los últimos 8 menores de edad (2 niños venezolanos, 5 niños colombianos y 1 adolescente colombiana) fueron rescatados la noche del martes en los alrededores de la Terminal de Transportes.
¡Denuncie!
“Por lo anterior, motivamos a la comunidad a denunciar los casos que se presenten a las líneas gratuitas disponibles las 24 horas del día, 123 de la Policía Nacional, 141 del Instituto Nacional de Bienestar Familiar ICBF”, afirmó Alejandra Toro, jefe del grupo de Protección a la Infancia y Adolescencia de la Mecar.
Agregó que en la Línea del Oyente Cooperante de la Emisora Radio Policía Nacional 311 407 2363 se atiende información de manera anónima.
A través del programa Abre Tus Ojos, la Policía sensibiliza a la ciudadanía en no apoyar la mendicidad, teniendo en cuenta que es un riesgo social que vulnera los derechos de los menores de edad.
Anotó que se han adelanto acciones articuladas con el Comité Interinstitucional de Erradicación del Trabajo Infantil (CIETI), haciendo un llamado a la ciudadanía de no apoyar y denunciar este flagelo que atenta contra la integridad de los niños, niñas y adolescentes, logrando intervenir diferentes sectores de la ciudad (semáforos, plazas de mercados, vías públicas).
El 12 de junio, el Grupo de Protección a la Infancia y Adolescencia conmemoró el “Día Mundial contra el Trabajo Infantil”. A través de un dramatizado con mimos intervino diferentes sitios de la ciudad, como vías públicas, semáforos y plazas de los mercados de Bazurto y Santa Rita, logrando sensibilizar a la comunidad de que el trabajo infantil y/o la mendicidad es una violación a los derechos de las niñas, los niños, y adolescentes, que afecta su proceso de desarrollo, generando condiciones que vulneran el goce de los derechos y dificultan la construcción de proyectos de vida.
