Mientras el país está dividido entre quienes apoyan la despenalización del aborto y quienes están en contra, otros cuestionan el tiempo de gestación límite que se estableció para interrumpir el embarazo. El Universal habló con dos médicos expertos en campo, quienes compartieron su posición personal sobre esta situación.
Hasta antes de la polémica determinación de la Corte Constitucional, el aborto solo se permitía en caso de violación, si la salud de la madre estaba en riesgo o cuando el feto tenía una malformación que comprometiera su supervivencia, según un fallo de 2006 del mismo tribunal que contemplaba la objeción de conciencia para los médicos que no quisieran interrumpir embarazos.
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¿Fines ocultos?
Ana Yepes Barreto es médico pediatra en la Maternidad Rafael Calvo y compartió su posición personal sobre la despenalización del aborto, invitando a las personas a que mediten sobre este tema. “No estoy de acuerdo con la sentencia de la Corte Constitucional. La vida existe desde el mismo momento de la concepción”.
Explica que actualmente sobreviven del 30 al 50% de los recién nacidos de 24 semanas en los países desarrollados. “Ahora bien, desde el punto de vista de deshumanización de la salud, ¿será posible que se promueva el aborto con el objetivo de aumentar los ingresos hospitalarios de clínicas y la facturación a las EPS?”.
La pediatra abre un debate con respecto a lo que representaría para el sistema de salud la interrupción voluntaria del embarazo.
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“Sé que es un problema de salud la muerte de una mujer por la realización de abortos en manos de personal incompetente y clínicas que trabajan en la clandestinidad, pero también me duele como personal de salud formado para defender la vida. Creo que nos ha hecho falta educación, promoción de la salud sexual y reproductiva a nuestros niños, niñas y adolescentes, apoyo a las madres embarazadas para brindarles opciones que permitan garantizar el respeto por la vida de ambos”, manifiesta.
“Despenalización no es obligatoriedad”
Por su parte, Jezid Miranda, médico ginecólogo y obstetra, especialista en Medicina Maternofetal, y doctorado en Medicina Fetal, considera que “se ha hecho justicia”. Aclara que esta es su opinión personal y que no compromete a la Federación Colombiana de Ginecología y Obstetricia o la Universidad de Cartagena, de la cual es profesor.
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“Es importante resaltar que en ningún país, la despenalización del aborto ha aumentado el número de abortos realizados, sino el número de mujeres salvadas al utilizar procedimientos adecuados y más seguros. La despenalización es protección a las mujeres, especialmente pobres, por ello, es tema de justicia social y de salud publica”, declara.
Además, recuerda a las personas que la despenalización no significa obligatoriedad. “Esto tampoco significa que el límite máximo de 24 semanas sea el que más se optará. Es bien sabido que la penalización impactaba de manera diferencial a las mujeres más vulnerables”, explica el perinatólogo.
En los últimos años en Colombia, el 81% de los casos en que las mujeres solicitaron IVE (Interrupción Voluntaria del embarazo) bajo alguna de las tres causales después de 12 semanas fue por atrasos en los procedimientos administrativos y judiciales.
¿Por qué 24 semanas?
Miranda también explica que se optó por un sistema de plazos que tuvo en cuenta dos conceptos normativos: el de existencia, que se asocia con la idea de prohibir la práctica del aborto desde el momento en el que se inicia la vida; y el de autonomía, que se asocia con la idea de prohibir el aborto en el momento en el que se acredita una mayor probabilidad de vida autónoma extrauterina.
La Corte utilizó ese límite de edad gestacional justificando que corresponde al estado más avanzado del desarrollo embrionario. En otras palabras, la fórmula para resolver esta disyuntiva utilizada fue inclinarse por el concepto de autonomía, “que corresponde al momento en el que existe una mayor probabilidad de vida autónoma extrauterina del feto y además, es el que mejor se corresponde con la idea de la protección gradual e incremental de la vida en gestación”, detalla Miranda.
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Sin embargo, con esta decisión, Colombia se convierte en el primer país de la región y de gran parte del mundo en tener un plazo tan amplio para la despenalización. La mayoría de países donde el aborto está despenalizado lo permiten solo durante el primer trimestre. México y Argentina, que tomaron decisiones frente al tema recientemente, lo tienen despenalizado hasta las semanas 12 y 14 respectivamente. Y en Europa, Francia lo tiene legalizado y sin ninguna causal solo hasta la semana 12, como Finlandia y Dinamarca. En Suecia se penaliza al que le practica el aborto a la mujer después de la semana 18.
“Con el debido respeto, no estoy completamente de acuerdo con la sentencia en ese sentido, ya que siento que se están justificando las deficiencias del sistema de salud en asegurar la salud sexual y reproductiva en todo el territorio nacional. También es cierto que la experiencia también ha mostrado es que con las políticas públicas adecuadas estos tiempos límites tienden a reducirse”, declara el perinatólogo.
Además agrega que “el período de embriogénesis, que es cuando el bebé está en su proceso de formación, termina entre las semanas 9 y 12. En este momento todos sus tejidos y órganos están formados. A partir de esta edad deja de llamarse embrión y pasa a llamarse feto. De ahí hasta la semana 40, que es el final de la gestación, solo crecerá y se desarrollará”.
El médico ginecólogo y obstetra resalta que la sentencia solicita al legislativo y al ejecutivo trazar las políticas públicas para impulsar la educación sexual, los procesos de prevención de embarazos no deseados, la lucha contra la violencia sexual y otros asuntos vinculados a la necesidad de interrumpir el embarazo. “Creo que como colombianos debemos exigir al Congreso esa legislación, porque tienen una deuda con el país para este y otros asuntos”, concluye.
El perinatólogo, extiende una sugerencia con respecto al tiempo que debió establecerse:
“Aunque reconozco que el tema es discutible y complejo desde todo punto de vista, considero que haber colocado la semana 14 como límite para terminar el embarazo sin causal alguna, podría haber sido más adecuado. Quienes hemos dedicado nuestros estudios a defender la salud e integridad de la madre y el feto, sentimos que la sentencia de la corte es una ganancia. Sin embargo se puede mejorar en cuanto a los limites de edad gestacional cuando mejoren el sistema de salud en todo el territorio nacional”.