<img src="https://sb.scorecardresearch.com/p?c1=2&amp;c2=31822668&amp;cv=2.0&amp;cj=1">

Manga recurre a los taxis colectivos

Donde hay demanda no satisfecha de un servicio, siempre habrá oferta, y es lo que ocurre desde hace 14 años como consecuencia del pésimo servicio de transporte público de pasajeros entre Manga y el Centro Histórico, y las escasas opciones de movilidad que existen entre estos barrios (Lea: Manga propone trabajar con DATT por la movilidad del barrio).     

El servicio lo prestan 42 taxistas, de lunes a sábado, de 6:00 de la mañana a 8:00 de la noche, vale $1.600 por persona y todos los carros tienen aire acondicionado (Lea: Precios exagerados de taxis colectivos molestan a cartageneros).
Conductores de taxis y usuarios de Manga son conscientes de que están andando en los movedizos terrenos de la ilegalidad, pero se complementan y se brindan respaldo recíproco, amparados en la legitimidad que tienen para resolver su problema básico de movilidad, a falta de un eficiente servicio de transporte colectivo (Lea: Taxis colectivos).
Cuenta Julio Romero Alandete, residente de Manga, que los ciudadanos se sienten cómodos con este servicio de colectivos, al que apoyan completamente por ser una buena alternativa frente a la desatención del DATT y del Gobierno Distrital para desactivar el histórico problema de no tener ofertas de movilidad (Lea: DATT visita estaciones de taxi para advertir sobre el cobro de la tarifa legal).
También el ciudadano manguero Javier Gómez Izquierdo alega que “los taxis colectivos son nuestra salvación” ante la necesidad de un buen servicio de busetas para el barrio, pues “Manga no tiene rutas  propias, pasan 5 rutas y ninguna nos sirve”.
Se refiere a que para trasladarse del Centro hacia la Isla, les toca recorrer el Centro hasta la Avenida Santander con todas las dificultades de ese itinerario, sumado a la cantidad de vueltas que luego dan los buses en su circuito por Marbella y Torices. “Ni siquiera los pasan por la India Catalina (Avenida Luis Carlos López), para nosotros acceder a ese servicio con todo y lo malo que es”.

ORGANIZADOS
Los 42 conductores de este gremio están debidamente organizados, tienen su improvisada estación de taxis en la bahía del Parque del Centenario que conecta con la Avenida Daniel Lemaitre.
“Nos asignaron este espacio con un permiso verbal que nos dieron; todos estamos debidamente uniformados, tenemos registro de Cámara de Comercio, y para nuestra seguridad y de los pasajeros, estamos en red con la Policía mediante un sistema de radios Avantel”, dice el taxista Pedro Batista Guzmán.
Cuentan con un planillero, Raúl Morales Castellanos, quien lleva el control de la salida y llegada de los taxis, para evitar desórdenes en el servicio.
Dicen que están recibiendo un curso de seguridad, y que harán uno básico de inglés.
Este grupo de taxistas además presta el servicio de mensajería a sus usuarios, evitando muchas veces que el ciudadano se traslade hacia o desde el Centro para diligencias simples, una demostración clara de confianza mutua.

Más noticias