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Lo que dejó la pandemia en los barrios de la Perimetral

El coronavirus golpeó la economía de estos sectores que dependen de la informalidad. Aseguran que este debe ser un llamado a que por fin se invierta en estas comunidades.

A los habitantes de los sectores aledaños a la vía Perimetral parece solo consolarlos la misericordia de Dios, pues afirman que ha sido esta la que los ha mantenido en pie durante siete meses de pandemia, una época que califican como una de las más difíciles que han tenido que sobrellevar en los últimos años. ([Vídeo]: Lo que dejó la pandemia en los barrios de la Perimetral)

“La verdad es que no se estaba preparado y esto ha sido muy tenaz y grave para estas comunidades que son de escasos recursos, donde muchas personas viven del día a día y no tienen para su sustento. Las ayudas del Gobierno fueron muy pocas, una sola vez trajeron un mercado. La verdad es que la hemos pasado muy mal, de pronto los vecinos unos con otros se han ayudado como han podido, pero no ha sido fácil”, explica Felipe Fuentes, presidente de la Junta de Acción Comunal del sector Los Corales del barrio La María, que ocupa parte del margen de la carretera.

Es así como durante los primeros meses de la pandemia, el confinamiento afectó duramente a gran parte de la población, que luego aún con todos los riesgos latentes de contagio se atrevió a salir a la calle para poder llevar el sustento a su hogar.

“Las personas acá trabajan del día a día, pero se han podido defender las personas que venden en la calle con sus carretas, los que venden comidas y jugos, a pesar de que les cerraron la mayor vía de ellos que era Bocagrande. Tenemos varios señores que quedaron totalmente desvinculados del trabajo porque eran carperos en la playa y eso lo cerraron”, manifestó Gladys González, habitante del sector.

El rebusque es lo que ha permitido a la comunidad seguir teniendo ingresos en medio de la pandemia. // Óscar Díaz - El Universal.
El rebusque es lo que ha permitido a la comunidad seguir teniendo ingresos en medio de la pandemia. // Óscar Díaz - El Universal.

Para ella, toda esta situación lo que ha provocado son deudas y más deudas a una comunidad de escasos recursos que apenas en épocas normales lograba sostenerse y que ahora ha tenido que asumir el reto de hacerle frente un virus desconocido para todos.

“Acá en este sector donde estamos son raras las personas que han pagado los servicios. Yo, por ejemplo, desde que entró la pandemia no he podido pagar porque mi esposo trabaja en el aeropuerto y eso también lo cerraron, y tenemos meses que no entra un peso aquí a la casa”, dice Gladys.

Es por este motivo que el rebusque continuó posicionándose como aquella salida para poder mitigar todos los efectos económicos de la pandemia.

Rajados en autocuidado

A pesar de ello, al pasar por el sector, lo que se puede ver es un alto número de personas que, si bien están trabajando, no acatan los protocolos de bioseguridad como el uso del tapabocas o el distanciamiento social, situación que se agrava al anotar que fue todo esta área una de las que más casos de coronavirus tuvo en un comienzo.

“La verdad es que aquí no son muy buenos para acatar esas medidas. El 98% no usa tapabocas y se aglomera. Hace falta que las autoridades lleguen y estén pendientes, que apoyen para lograr que se acaten las medidas”, dice Fuentes, quien también calificó como baja la atención en salud a esta población durante el tiempo en que más la necesitó.

“Pensamos que todo debía ser más rápido y eficiente de parte de las EPS, que el mismo Distrito hiciera un puerta a puerta para hacerles entender a las personas. De hecho, casi todo el barrio La María se cerró por la cantidad de contagios, pero en realidad todo lo que hicieron fue poner unas vallas porque no se hizo lo que se debía hacer, que era tomar las medidas epidemiológicas necesarias; vuelvo y te digo... mucha misericordia de parte de nuestro Señor y por eso es que estamos aquí parados todavía”, dice. (Lea: Ministerio del Interior ordena cerrar seis barrios de Cartagena)

Educación, otro problema

Y es que la pandemia trastocó de manera transversal todas las carencias que ya sufría la zona, y una de ellas, más que la educación en sí misma, fue la falta de conectividad en los hogares, que pasó factura para el desarrollo de las clases virtuales de los niños que viven en este sector. (Le recomendamos: El reto de la educación en medio de la pandemia)

“Eso es bastante pesado para las personas que vivimos en esta zona porque muchos padres viven del día a día, los niños para esas clases virtuales si acaso tenían para meter una recarga de 3 mil pesos que no les duraba nada para hacer las tareas. Incluso, vimos casos de niños hacinados en una casa donde había un solo computador y se turnaban para poder estudiar”, dijo el líder comunal.

Es una situación que no solo es característica de este sector en Cartagena, sino de muchos en la ciudad que padecen por la falta de conexión. De hecho, los resultados que arrojó el más reciente informe de Calidad de Vida de Cartagena Cómo Vamos registró que del total de la matrícula oficial de Cartagena (234.913 estudiantes), tan solo el 31% (52.607) cuenta con un smartphone; el 20% (33.788) con internet fijo o datos móviles; mientras que nada más el 10% (17.277) tiene computador o tablet.

Es común ver niños a las afueras de sus casas en días escolares. // Óscar Díaz - El Universal.
Es común ver niños a las afueras de sus casas en días escolares. // Óscar Díaz - El Universal.
Más atención

Bajo la amenaza de que la pandemia pueda duplicar los niveles de pobreza en Cartagena, sobre todo en las comunidades al margen de la ciénaga de La Virgen, que concentra uno de los mayores cordones de necesidades básicas insatisfechas en la ciudad, lo que pide la comunidad es mayor atención y oportunidades para poder desarrollarse y reactivarse económicamente.

“Nuestro país de por sí es un territorio con muchas problemáticas, aquí todos sufrimos porque desde antes de la pandemia había dificultades, ahora se han multiplicado hasta por tres y por cuatro. Necesitamos más oportunidades de trabajo para que los muchachos salgan adelante, personas como yo, por ejemplo, que soy enfermero y ya después de cierta edad las empresas hospitalarias no quieren contratar personas mayores de 40 años... Hay mucha desigualdad en todo esto y la pandemia ha venido a agravar una situación que va de mal en peor. Falta más presencia de los programas que ellos quieren desarrollar, de salud, de apoyo a la microempresa, que haya más oportunidades para que la gente pueda salir adelante”, dijo Daniel Senior, otro habitante de la comunidad.

Para el presidente de la JAC, Felipe Fuentes, el enfoque debe darse es desde el desarrollo sostenible de la mano de la ciénaga de La Virgen, un ecosistema al que, si se le da el valor que corresponde, puede convertirse en la mejor fuente de empleo para su área de influencia.

Sin embargo, dice que ha faltado voluntad política para que eso suceda, empezando por la misma falta de inversión al parque lineal que se construyó allí, cuyas luminarias, bancas y demás elementos han sido robados sin ser reemplazados, y también, al propio asfalto de la vía, que ya está lleno de peligrosos huecos.

La vía se encuentra en pésimo estado. // Óscar Díaz - El Universal.
La vía se encuentra en pésimo estado. // Óscar Díaz - El Universal.

Ahora, las esperanzas están puestas en el megaproyecto del Malecón Ciénaga de La Virgen, una apuesta de la administración actual que busca impactar todo ese sector y cambiar las dinámicas alrededor de la ciénaga. Desde la comunidad esperan que este asunto no quede en palabras y que mientras se piensa ejecutar la obra, no se olviden de sus necesidades más urgentes.

El parque lineal lleva largo tiempo sin ser intervenido. // Óscar Díaz - El Universal.
El parque lineal lleva largo tiempo sin ser intervenido. // Óscar Díaz - El Universal.
El proyecto

El Malecón Ciénaga de La Virgen es uno de los proyectos más ambiciosos que tiene el Distrito para ejecutar en su período de gobierno. La obra contempla una intervención integral a todo el margen de la ciénaga incluyendo la terminación de la vía Perimetral y la recuperación ecológica del cuerpo de agua para convertirlo en una fuente de desarrollo sostenible para la comunidad.

De esta manera, la construcción del Malecón también iría de la mano con la ejecución de programas de recreación y deporte, espacio público, cultura, salud, educación y proyectos económicos para el mejoramiento de la productividad que impactarían a más de 300 mil habitantes asentados en esta zona. (Lea aquí: Malecón Ciénaga de La Virgen: la gran apuesta del Distrito por Cartagena)

Las obras de infraestructura que se tienen contempladas son:

1. Delimitación del borde tierra – agua, obras para continuación de la vía Perimetral y mejora del tramo ya construido (del barrio San Francisco al sector 11 de noviembre en el barrio Olaya Herrera).

2. Obras para la rehabilitación de drenajes y canales secundarios para la gestión de inundaciones.

3. Equipamentos, obras y capacitación para la mejora del servicio de recolección de residuos.

4. Obras necesarias para completar las redes de alcantarillado total en los barrios del entorno de la ciénaga.

5. Obras y equipamentos necesarios para rehabilitar y mejorar las conexiones de la ciénaga con el mar mediante compuertas telecomandadas.

6. Reordenación urbana del borde de la ciénaga con obras como pavimentación de calles y aceras.

Adicionalmente se buscan rehabilitar 3.5 kilómetros de canales secundarios, la construcción de 14.5 kilómetros de canales bajo calle y en conjunto con Corvivienda la construcción de unas 1.800 unidades con el mejoramiento de 60 hectáreas en el área de influencia de la vía Perimetral.

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