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El regreso a clases en los colegios rurales de Cartagena

Este 9 de agosto regresan las clases presenciales a los colegios públicos de Cartagena. ¿Cuáles son las condiciones del retorno en la zona rural? El Universal le cuenta.

En el Decreto 0717 de 2021 la Alcaldía de Cartagena dio como plazo máximo hasta hoy para que las instituciones educativas oficiales del Distrito regresen a clases presenciales.

Pero hay una realidad y es que incluso antes de la pandemia muchas instituciones no contaban con las mejores condiciones para dar clases, especialmente las de la zona rural, donde la falta de servicios públicos y la precaria infraestructura históricamente han sido protagonistas, afectando la calidad de la educación que reciben los estudiantes.

Con la pandemia la tarea fue mucho más difícil, pues ante la brecha digital que existe entre la zona rural y la urbana, los profesores y directivos tuvieron que ingeniárselas para mantener a sus estudiantes en clase, toda vez que muchos padres de familia tenían dificultades para acceder a internet e incluso para acompañar a sus hijos en los procesos pedagógicos.

El Universal habló con varios rectores y habitantes de estos territorios para conocer sus casos.

Islas del Rosario
En este territorio, si bien profesores y directivos tienen la disposición de retornar a las clases presenciales, aún existe recelo por las condiciones en las que van a estar los estudiantes una vez regresen.

“La institución necesita mucha mano y dinero para infraestructura, estamos muy desprotegidos. En Islas del Rosario no tenemos energía ni agua. Tenemos siete aulas, de estas, a tres se les está cayendo el techo por lo que solo se pueden usar cuatro: una para preescolar y las otras tres para el resto. Me tocó coger una y convertirla en una sala de informática para que nos pudieran donar unos computadores, que gracias a una iniciativa privada nos dieron los paneles solares y pudimos habilitarla. Pero ahora solo nos quedan dos aulas ¿cómo hace uno? Las condiciones de nuestra escuela son deprimentes”, dice Dennis Franco, rectora de este colegio en el que hay 223 estudiantes.

Teniendo en cuenta que la participación de los estudiantes ha disminuido por las barreras que impuso la virtualidad, está de acuerdo con las clases presenciales, pero asegura que debe haber inversión real.

“Queremos trabajar y tenemos la voluntad pero nos da miedo meter a los niños allá, la situación es grave, la Secretaría nos da la plata para el agua pero no hay dónde ponerla y nos dan el combustible para la planta pero tampoco hay”, dice.

Sobre el agua, asegura que las vigas que sostienen los tanques de almacenamiento están a punto de derrumbarse, por lo que temen que si se llena la estructura no vaya a soportar y se venga a abajo.

El regreso a clases en los colegios rurales de Cartagena

El Islote
En el Islote de San Bernardo aseguran que no están listos debido a que su rector por estos momentos enfrenta el COVID-19, por lo que no ha podido finiquitar los detalles para permitir el regreso con todas las garantías.

Airin Rodríguez, docente de la institución, explica que por esto se acordó no iniciar el retorno. “La situación del rector ha afectado los procesos porque se debe firmar la contratación para el transporte escolar, el agua potable y la luz eléctrica, sin eso no podemos regresar”, afirma.

Entretanto seguirán con las clases remotas a través de guías, las cuales al igual que en otros territorios no han sido muy efectivas. “Por eso queremos retornar, los estudiantes no se conectan y a veces no hay un acompañamiento porque los padres están trabajando”, dice.

Ararca
En el corregimiento de Ararca, por su parte, afirman están emocionados por el regreso a las aulas, ya que consideran que este es un mejor entorno para los niños y jóvenes de esta comunidad.

El regreso a clases en los colegios rurales de Cartagena

“Queremos que regresen porque los pelados pasaban era en la calle y no pendientes a estudiar, es mejor que estén en el colegio con todas las medidas de bioseguridad”, expresó José Villero, de la Junta de Acción Comunal de Ararca.

Incluso, varias personas de la comunidad ayudaron en el acondicionamiento del colegio para que este lunes los estudiantes pudieran regresar a clases.

Barú
La institución educativa Luis Felipe Cabrera de Barú fue la primera de esta zona en regresar a la presencialidad en todos los grados, garantizando las medidas de bioseguridad.

“El 24 de mayo iniciamos solo con grados tercero, quinto, noveno y once, y ahora casi todos los estudiantes están asistiendo en diferentes horarios y días para cumplir con la norma del aforo requerido. Para lograr este retorno trabajamos de la mano con el equipo docente, directivos docentes, Consejo Comunitario, los padres de familia y los líderes de la población”, dijo María Alejandra Cantillo, rectora del colegio.

El regreso a clases en los colegios rurales de Cartagena

En total son 789 estudiantes, 24 docentes, cuatro directivos, tres administrativos, tres personas de servicios generales y tres vigilantes los que están asistiendo.

Las inversiones de la SED

Sobre las inversiones que se hicieron para garantizar el regreso a clases bioseguro, la Secretaría de Educación Distrital (SED) indicó que se les giró a 85 colegios cerca de $1.395 millones para la adecuación de baterías sanitarias y que a todas se les entregaron productos de bioseguridad.

Esta inversión fue de aproximadamente $4 mil millones e incluyó más de 70 mil galones de alcohol, 51 mil galones de gel antibacterial, 52 mil de jabón líquido y casi 6 mil kits de bioseguridad para entregar a los estudiantes a su regreso.

También anunció que se compraron 1.032 lavamanos portátiles para estas instituciones.

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