Hacer públicas a través de redes sociales o medios de comunicación las invasiones de espacio público pareciera ser la única forma para que las autoridades actúen. El quiosco que desde el año pasado se detectó en un coral de Islas del Rosario por la Agencia Nacional de Tierras (ANT) y que, en su momento, la Dirección General Marítima notificó a las autoridades, solo tendrá solución a finales de este mes, luego de hacerlo público a través de los medios.
En el primer semestre de este año, la Dimar ha detectado 497 ocupaciones indebidas en bienes de uso público en zonas de bajamar. Por cada ocupación indebida, la Capitanía de Puerto de Cartagena notificó a todas las autoridades con injerencia en el tema, para que se tomen las acciones policivas.
Sin embargo, según explicó la Capitanía de Puerto de Cartagena, a la fecha no hay respuesta oficial de las autoridades competentes sobre esas ocupaciones, solo una informal del quiosco en la ciénaga de Islas del Rosario. Hasta principios de julio, la autoridad había efectuado 25 solicitudes de restitución en las diferentes alcaldías locales de la ciudad, ninguna se ha materializado.
Más de 500 mil metros cuadrados
“Estas ocupaciones indebidas representan cerca de 513 mil metros cuadrados en zonas de bajamar. Las más representativas, en cuanto a números, corresponden a zona norte en la ciénaga de La Virgen y La Boquilla. También tenemos otras hacia la zona insular, que son representativas por el impacto al medioambiente”, indicó el capitán de Puerto de Cartagena, capitán de navío Darío Sanabria Gaitán.
En Islas del Rosario, por ejemplo, la afectación ambiental se ve alrededor del coral fósil, debido a que las embarcaciones atracan en lugares no permitidos y en ocasiones arrojan basuras al mar. Mientras que en Tierrabomba es por la deforestación de mangles para construir.
“El llamado de atención va en dos sentidos, el de conciencia ciudadana para cuidar estos bienes importantes para la naturaleza y en el desarrollo constructivo en zonas de bajamar, que fomenta construcciones indebidas para uso y goce de particulares sin cumplir ningún requisito”, detalló el capitán de Puerto de Cartagena.
Uno de los ecosistemas costeros más relevantes en la ciudad son los manglares y son unos de los más afectados cuando de ocupación indebida se trata. No solo protegen la fauna y flora, sino que mitigan los efectos del cambio climático ya que absorben y almacenan dióxido de carbono en sus raíces.
También protegen a las comunidades cuando se presentan fenómenos naturales, porque funcionan como barreras.
Sobre la importancia que se les da a las invasiones de estos bienes de uso público, el capitán de Puerto recalcó que personas de diferentes estratos se benefician de estas actividades ilícitas. “La diferenciación no es quién tiene o no recursos, sino la afectación ambiental que genera ocupar indebidamente”, puntualizó.
La Dimar ya ha publicado dos casos este año de ocupaciones indebidas. Tres áreas ocupadas en Tierrabomba, en zona con características de bajamar, que suman 2.067 metros cuadrados e incluyen construcción tipo chiringuito elaborado con madera y palma. Aquí se evidenció la tala y quema de mangle en el sector conocido como Playa de los muertos. “La construcción tiene ocho columnas en madera como aparente soporte para un quiosco, enrocado para protección del área, y la construcción de un muelle en madera con pilotes, lo que permitiría el arribo de naves”, describe la Dimar en un comunicado.
El otro caso es una ocupación de 55,78 metros cuadrados construida en madera, en el sector conocido como La Piscina en la bahía de las Mantas, en Islas del Rosario.