La vereda Membrillal, que territorialmente pertenece al corregimiento de Pasacaballos, se encuentra hace varios días padeciendo por ausencia del servicio de agua potable en su zona alta, que comprende dos sectores y cinco calles en las que hay más de 350 viviendas.
(Lea: Entregan elementos de bioseguridad en la cárcel de Ternera).
La situación tiene en alerta a los habitantes, quienes están preocupados porque justamente en medio de la pandemia por el COVID-19 necesitan contar de primera mano con el servicio para cumplir con las medidas de higiene básicas, una de ellas el lavado de manos.
La líder comunitaria de la vereda, María Osorio, sostuvo que son cerca de 10 días padeciendo con ese problema, por lo que hicieron un llamado a la empresa encargada para que les solucione.
“Anoche llegó a la 1 de la mañana, uno debe dejar las plumas abiertas y no rendirse mientras duerme para sentir el chorro de agua cuando llega y despertarse para recolectar. Yo pasé despierta desde la 1 hasta las 4 de la mañana llenando los tanques, me volví a acostar y a las 5 a. m. ya estaba despierta otra vez, no dormí nada. Y así han sido las últimas noches, no es justo porque aquí todos tenemos el servicio legal y pagamos nuestras facturas”, declaró la lideresa.
Son cientos
En la zona alta de Membrillal están las calles Las Flores, Villa Elfride, El Campo, El Silencio, Buenos Aires, entre otros, cuyos residentes atraviesan por la misma penosa situación. Según contaron, son en total 368 casas afectadas, de las casi 1100 que hay en toda la vereda.
(Lea: Primer contagiado de COVID-19 en el gabinete Dau; alcalde se hará prueba).
Sobre esta queja, Aguas de Cartagena respondió que Membrillal cuenta actualmente con cobertura parcial del servicio de acueducto, del orden del 65% y aún la administración distrital no ha construido la infraestructura del alcantarillado necesaria. El resto de la población se abastece de piletas comunitarias.
“En las inspecciones realizadas hemos detectado que además del uso doméstico del agua, algunos usuarios realizan actividades de riego de cultivos y asociadas a la ganadería con el agua potable destinada para el consumo humano. Esta situación en algunas ocasiones origina desabastecimiento a las comunidades de las piletas comunitarias. Por otra parte, un agravante a la situación expuesta es la manipulación de los accesorios y elementos de la red en manos de particulares”, sostuvo Acuacar, agregando que esa manipulación de los elementos por parte de terceros, se constituye en un riesgo para el abastecimiento de esta comunidad y por eso se acentúan las afectaciones.
Actualmente se encuentran diseñadas las soluciones de acueducto para las manzanas I, N y Ñ con el fin de instalar 1.788 metros de tubería de 110 mm, pero el proyecto está a la espera de asignación de recursos para su construcción.
