Este sábado la familia de Tomás Rocha Teherán vivió un calvario, cuando tras confirmarse la muerte de su ser querido, quien habría estado hospitalizado por una aneurisma cerebral, no pudieron darle cristiana sepultura inmediatamente en su pueblo natal como se tenía previsto, porque la clínica lo había embalado como paciente COVID.
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El hombre de 60 años tenía cerca de un mes de estar internado en la Clínica La Nuestra por un cuadro respiratorio secundario a una enfermedad neurológica. Sin embargo, cuando falleció fue embalado como paciente COVID. Un par de horas después, la clínica entregó a la familia una prueba que arrojaba negativo para el virus SARS CoV2.
“La funeraria no recibía al fallecido porque estaba embalado como si hubiera muerto por COVID y la clínica no lo desembalaba, porque decía que esto tenía que hacerlo a la funeraria”, contó Almancy Rocha, sobrina del difunto a El Universal, quien estuvo más de 12 horas frente a la clínica esperando recibir el cuerpo de su tío.
Confusiones
El Universal se comunicó con la Clínica La Nuestra, que explicó que lo que ocurrió con el paciente fue una confusión. “Por su cuadro clínico y hallazgos tomográficos se sospechó una infección por el virus SARS CoV2. Se practica prueba de antígeno la cual reporta positiva”, explica La Nuestra.
Al ingresar a la morgue, y con el resultado de la prueba, Rocha ingresó como paciente COVID-19 por tal razón se le dio el manejo indicado para estos casos y se procedió a embalar.
Con la finalidad de ratificar el resultado se realiza otra prueba, que también entregan a los familiares y pero que arroja un resultado negativo para coronavirus.
“La clínica buscando que la familia pudiera darle cristiana sepultura a su ser querido, avisó inmediatamente lo sucedido a la funeraria para realizar el procedimiento necesario”, explicó la oficina de comunicaciones de Clínica La Nuestra.
Lamentando las confusiones, recordaron también que “cada proceso que se realiza con las personas que fallecen, es establecido por el Ministerio de Salud, debido a la contingencia que se vive por el COVID-19, requisitos que se deben seguir estrictamente”.
Casi 14 horas después del fallecimiento, la clínica desembaló el cuerpo de Tomás Rocha para que la funeraria lo recibiera. Posteriormente la familia se dirigió en una caravana fúnebre hasta un corregimiento de Marialabaja a decir adiós al difunto.
